Hallazgo insólito: descubren una estatuilla de oro de hace 2000 años tallada por una misteriosa civilización perdida

Una estatuilla de oro y de gran antigüedad fue localizada en un museo neoyorquino. Su origen se remonta a una civilización poco documentada, cuyo rastro desapareció hace siglos. El objeto despertó muchas preguntas: cómo funciona, qué simboliza y cómo lo han fabricado.
La procedencia exacta, las técnicas utilizadas y el posible significado ritual del hallazgo abrirían desde entonces nuevas líneas de estudio sobre un pueblo ya desaparecido del litoral pacífico sudamericano.
¿Qué hay detrás de esta estatuilla de oro de hace 2000 años tallada por una misteriosa civilización?
La estatuilla de oro que protagonizará al resto de este artículo fue fabricada entre los siglos I y IV en la actual zona fronteriza entre Colombia y Ecuador, concretamente en el delta del río Cayapas. Se trata de una región que, en aquella época, estaba habitada por la civilización Tumaco-Tolita.
Esta cultura, también conocida como Tumaco en Colombia y Tolita en Ecuador, se desarrolló en un entorno geográfico complejo: una combinación de ríos, manglares y selvas con abundantes depósitos naturales de oro y platino. El grupo Tumaco-Tolita floreció en la costa noroccidental de Sudamérica hace unos 2.000 años.
No dejaron registros escritos, pero su habilidad en la orfebrería y la cerámica fue documentada por arqueólogos e investigadores de instituciones como el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, donde actualmente se encuentra la estatuilla de oro descubierta.
¿Qué hace tan especial a esta estatuilla de oro?
La estatuilla de oro mide aproximadamente 22,9 centímetros de alto. Representa a una figura humana de pie, aunque le faltan los pies y las manos, como se puede apreciar en la imagen destacada. Estas partes estaban unidas al cuerpo mediante alambres del mismo metal, pero no se han conservado.
Tampoco se mantienen los objetos o accesorios que la figura portaba originalmente. Lo único que permanece es un adorno nasal elaborado, lo que sugiere que el personaje llevaba tocado o vestimenta ritual.
El género de la figura es difícil de determinar. Se han encontrado esculturas similares marcadas con pezones para indicar que se trataba de mujeres.
Sin embargo, esta figura carece de falda, un elemento habitual en representaciones femeninas de la cultura Tumaco-Tolita. Esta ambigüedad ha llevado a los investigadores a considerarla como un ejemplo de representación simbólica más que realista.
Un rasgo notable es la forma aplanada del cráneo, que podría corresponder a una práctica cultural conocida como modificación craneal. Esta técnica consistía en atar la cabeza de los bebés para alterar la forma del cráneo, un indicativo de estatus social elevado entre ciertos grupos de la época.
¿Cómo hicieron esta estatua en una época con tan pocos avances tecnológicos?
La civilización Tumaco-Tolita desarrolló una de las técnicas más refinadas de trabajo en metales en todo el continente americano.
Entre los años 200 a.C. y 400 d.C., elaboraron joyas, herramientas y figuras rituales utilizando oro y platino. Las estatuillas de oro eran especialmente valiosas y podrían haber tenido funciones tanto religiosas como simbólicas dentro de la comunidad.
Las aldeas estaban organizadas en torno a grandes plazas, rodeadas de viviendas y montículos de tierra. Estos últimos servían como residencias para la élite y también como tumbas. En los enterramientos se han encontrado figuras humanas y animales, tanto en metal como en cerámica.
Se sabe que los Tumaco-Tolita mantenían redes comerciales con otras comunidades de la región, lo que facilitó la difusión de sus técnicas de orfebrería. La presencia de oro y platino en abundancia permitió el desarrollo de una economía basada en el intercambio de objetos de prestigio.
¿Cuándo desapareció la cultura Tumaco-Tolita?
Hacia el año 500 d.C., las poblaciones que habitaban la isla fluvial de La Tolita y sus alrededores comenzaron a desaparecer. El abandono progresivo de esta región marcó el inicio de la disolución de la civilización.
Las causas de este declive no están claras: podrían estar relacionadas con cambios ambientales, presiones demográficas o conflictos internos.
A pesar de su desaparición, hay constancia de que objetos producidos por los Tumaco-Tolita continuaron circulando durante siglos.
Algunos cronistas del siglo XVI describieron figuras de cerámica y metal, así como joyas elaboradas con técnicas avanzadas, en manos de poblaciones indígenas del área. Estos elementos podrían haber sido reliquias heredadas de generaciones anteriores.
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