Los arqueólogos no dan crédito: encuentran un mensaje encriptado de Ramsés II en la cima del obelisco de París

Los jeroglíficos son uno de los elementos del Antiguo Egipto que más llama la atención a los arqueólogos, pero hasta ahora ninguno se había dado cuenta del secreto que escondía el obelisco de la plaza de la Concordia de París.
Según han publicado en Sciences et avenir, el egiptólogo francés Jean-Guillaume Olette-Pelletier, profesor en la Universidad de París Sorbona y en el Instituto Católico de París, ha hallado inscripciones ocultas en la cima del obelisco.
Por increíble que parezca, se trata de jeroglíficos dificilísimos de descifrar, que revelarían mensajes encriptados del faraón Ramsés II. Además, la forma en que lo han descubierto es espectacular.
Los arqueólogos están boquiabiertos: jamás habían visto estos jeroglíficos
El obelisco tiene su origen en el Antiguo Egipto y estaba colocado en el templo de Luxor, pero en 1928 fue ofrecido a Francia como regalo por parte del virrey egipcio Mehmet Ali.
Lo curioso es que en casi 100 años ningún arqueólogo se había percatado de un detalle en la cima del monumento: había una serie de jeroglíficos que sólo se podían ver en determinadas circunstancias.
Aunque Olette-Pelletier fue el descubridor, habría sido imposible comprobar sus teorías, sino fuera por el proceso de restauración que había comenzado de cara a los Juegos Olímpicos de París.
En total pudo identificar hasta siete niveles de criptografía. Cuando combinas los jeroglíficos de distintas caras, se pueden formar frases rituales ocultas. Prácticamente como un puzle.
Por ejemplo, en la cara este, las astas del toro en la corona de Ramsés II forman el jeroglífico ka, que simboliza la fuerza vital. Combinado con otros signos, forma el mensaje «Apacigua la fuerza ka de Amón», como recordatorio de la importancia de las ofrendas a los dioses.
El descubrimiento arqueológico fue gracias a pasear por París
Normalmente los hallazgos se producen tras largos años de investigación, pero la realidad es que el primer paso para este descubrimiento en la cima del obelisco fue un poco distinto.
No se produjo tras un trabajo conjunto de decenas de arqueólogos, sino que fue fruto de los paseos de Olette-Pelletier por París durante la pandemia de 2020.
En esa época, el experto en criptografía jeroglífica vivía en el distrito 8 de París y durante sus paseos diarios tenía la costumbre de visitar el obelisco. En una de esas caminatas se percató de una irregularidad.
La orientación de los jeroglíficos coincidían perfectamente con la entrada del templo de Luxor. Lo llamativo fue que, después de varias comprobaciones, ningún texto científico había mencionado este fenómeno previamente.
En varios ocasiones el egiptólogo volvió al obelisco armado con unos prismáticos hasta comprobar que el monumento egipcio escondía una forma de escritura secreta conocida como criptografía jeroglífica múltiple.
Es decir, uno de los sistemas de jeroglíficos más complejos que existen hasta el punto de que sólo una pequeña élite de arqueólogos son capaces de interpretarlos. Por suerte, Olette-Pelletier es uno de ellos.
El descubrimiento arqueológico que demuestra el carácter de Ramsés II
El hallazgo es una demostración de los cambios en el nombre de Ramsés II, quien no nació siendo heredero directo al trono. Durante su segundo año de reinado modificó su título real.
Así pasó de ser conocido como Usermaatra (el poderoso y justo de Ra) a Setepenra (elegido de Ra), con el fin de reforzar su legitimidad divina. Esta transformación quedó reflejada en el obelisco, lo que permitió datar su tallado en dos fases distintas.