Kiko Hernández se arrastra por el suelo para que Raquel Bollo le dé un abrazo: «Te pido perdón»
"Mira, Raquel, más no puedo hacer… Arrastrado", expresó el colaborador de 'Tentáculos'


No es ningún secreto que, desde hace unas cuantas semanas, la relación entre Kiko Hernández y Raquel Bollo no estaba pasando por su mejor momento, ni mucho menos. Todo se complicó aún más después de que la andaluza se negase en rotundo a hablar con un reportero de Tentáculos. Un gesto que indignó profundamente al colaborador afincado en Melilla: «Raquel, que pareces Isabel Pantoja… Bájate, bájate que aquí eres como nosotros», aseguró, llegando a tirarse al suelo del plató. Lejos de que todo quede ahí, el tertuliano aprovechó la ocasión para lanzar una advertencia a la que fue su compañera en Sálvame: «Me llamarás y te colgaré porque no tengo tiempo para atenderte. Porque tendré un personaje más estrella que tú». Lo que nadie era capaz de imaginar es que, en la entrega del pasado miércoles 18 de junio, Kiko Hernández volviese a tirarse al suelo. En esta ocasión, para suplicar que Raquel le diese un abrazo.
Micrófono en mano, el colaborador de Tentáculos se marchó del «pisito» para llevar a cabo una misión, que era encontrarse con Raquel Bollo cuando llegase al hotel en el que se hospedaba. Nada más verla, Kiko Hernández le pidió un abrazo con el objetivo de limar asperezas antes de verse las caras en la boda de Marta López. Como era de esperar, la andaluza se negó en rotundo a abrazarle si no que, además, optó por explicar las razones por las que no accedía a su petición. A pesar del cruce de acusaciones que los espectadores de Tentáculos vieron en directo, Raquel dijo a su ex compañero que le llamase en privado para «hablar las cosas». El tertuliano confirmó que ya lo había hecho, por lo que ella incidió en hacerlo «sin cámaras» y que lo hiciese «Kiko el marido, el padre» y no el tertuliano. Todo ello mientras seguía manteniendo las distancias con él.
Pero llegó un momento que fue completamente inevitable, ya que Kiko Hernández decidió arrodillarse para que le diera ese abrazo. Entre risas, Raquel Bollo se dirigió a él: «Levántate, que luego me decís que soy una diva». El madrileño, por su parte, fue más allá: «Si te he ofendido en algo, te pido perdón».
La colaboradora de TardeAR le hizo saber que una de las cuestiones que más le dolió fueron sus ataques hacia sus hijos cuando eran concursantes de Supervivientes. Él negó que eso hubiese sucedido. Ella seguía empeñada en que sí, por lo que provocó el nuevo movimiento del madrileño: tirarse al suelo, prácticamente arrastrándose, para pedirle perdón.
«Mira, Raquel, más no puedo hacer… Arrastrado», comentaba el colaborador de Tentáculos. Ante semejante situación, Raquel rompió a reír y trató de ayudarle a levantarse: «Al final se te va a caer otro diente». Finalmente, Kiko se levantó y consiguió su objetivo. «En el fondo tú sabes que no lo has hecho bien», comentó la diseñadora, volviéndole a decir que prefería que la reconciliación se hiciese en privado.
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