Ni morcilla ni sobrasada: este embutido sólo lo conocen en Cantabria, y en el resto de España provoca arcadas
Uno de los mejores embutidos de España sólo se hace en un rincón de Castilla y León
Este es el exquisito embutido español que poca gente se atreve a probar
El espectacular embutido de Castilla y León que nadie conoce en el resto de España
En España, si hay algo que es un clásico, son los embutidos: chorizo, lomo, fuet, butifarra, sobrasada… Pero también existen otros que casi nadie conoce, aunque tienen un sabor inconfundible y llamativo.
Este es el caso de un embutido que sólo lo conocen en Cantabria y que pasa desapercibido en el resto del país. Incluso, para algunos, puede resultar… desagradable. Lo más curioso es que se parece mucho a la morcilla, aunque tiene una diferencia clave que lo convierte en algo único.
El famoso embutido que sólo se come en Cantabria
El borono lebaniego es una receta tradicional de la comarca de Liébana, aunque también se encuentra en algunas zonas del norte de Palencia y el oriente de Asturias.
A diferencia de la morcilla, este embutido no se presenta en tripa ni lleva arroz. Su base es una mezcla de sangre de cerdo, harina de maíz y harina de trigo, a la que se le añaden cebolla, manteca de cerdo, sal y especias como pimienta, comino y pimentón.
La preparación del borono es sencilla pero requiere paciencia. Se amasa la mezcla hasta lograr una textura consistente, se deja reposar y, finalmente, se cuece en agua hirviendo.
Su forma también lo distingue de la morcilla, ya que se presenta en porciones elípticas en lugar de los característicos cilindros embutidos en tripa. El resultado es un embutido de color oscuro, con un sabor fuerte y una textura muy densa.
En Cantabria es común servirlo frito, espolvoreado con azúcar o acompañado de manzana frita. En Liébana, una variante muy apreciada se consume con manzana ‘repinalda’.
También puede comerse con puré de patata o, en su versión más tradicional, con un buen tazón de leche caliente. Antiguamente, era un plato habitual en las reuniones de deshoja, donde los vecinos se juntaban para quitar las hojas de las panojas tras la cosecha del maíz.
Puede que casi nunca hayas escuchado de él, y es que el borono lebaniego no es un embutido que se encuentre fácilmente fuera de Cantabria. En los mercados y ferias de productos locales, suele venderse en pequeñas porciones ya listas para cocinar.
¿Cómo hacer el borono lebaniego en casa?
Si prefieres evitar buscarlo en los mercados cántabros y te animas a prepararlo en casa, necesitarás los siguientes ingredientes:
- 500 ml de sangre de cerdo
- 500 g de cebolla
- 150 g de harina de maíz
- 150 g de harina de trigo
- 100 g de manteca de cerdo
- 1 kg de pan de pueblo
- Sal y pimienta al gusto
Elaboración:
- Picar la cebolla y pocharla con manteca de cerdo hasta que quede transparente. Retirar del fuego y dejar enfriar.
- Desmenuzar el pan y mezclarlo con la sangre, la harina y las especias hasta obtener una masa homogénea.
- Con las manos enharinadas, formar bolas ligeramente alargadas e introducir en cada una una tira de manteca.
- Hervir agua con sal y laurel (opcional). Cuando esté en ebullición, añadir los boronos y cocer durante unos 30 minutos.
Se pueden consumir recién cocidos, pero lo habitual es cortarlos en rodajas y pasarlos por la sartén para dorarlos.
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