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Economía
Limpieza

Ni amoníaco ni vinagre: el producto de limpieza que limpia todo como si fuera magia y cuesta menos de 2 euros

Volvone, el limpiador nacido en los 70 capaz de eliminar cualquier mancha

Cuando se trata de limpieza, y en concreto eliminar manchas difíciles, hay productos que, sin que sean de los que todo el mundo habla se convierten en imprescindibles en los hogares. Y no, nos referimos al típico remedio del amoníaco o del vinagre de limpieza, sino de un líquido que lleva décadas entre nosotros y que sigue sorprendiendo por su versatilidad. Se llama Volvone, se vende en supermercados y en Amazon, y cuesta apenas 2 euros el envase de 750 ml.

Lo que lo hace especial a este producto de limpieza no es sólo su precio, sino que sirve para prácticamente cualquier superficie y tejido, con resultados que no te vas a creer ya que dependiendo del tipo de mancha, vas a creer que es magia. Sin embargo, es toda una realidad, desde cristales hasta tapicerías, desde joyas hasta uniformes de trabajo, Volvone elimina la suciedad y los olores más persistentes sin dañar los materiales. Y todo ello con una fórmula que se ha mantenido fiel a sus orígenes desde hace más de medio siglo. Es normal entonces que quienes lo prueban suelen repetir. Quizá porque, al contrario que otros limpiadores que son multiusos, Volvone no es agresivo con los materiales pero sí implacable con la suciedad. Además, su aroma fresco deja sensación de limpieza duradera, algo que se agradece en espacios como cocinas y baños. Conozcamos más sobre este producto, cómo funciona y el porqué de su éxito.

El producto de limpieza que puede con cualquier mancha

La gran ventaja que tiene Volvone, es que se trata de un producto de limpieza que puede usarse directamente o diluido en agua, adaptando la concentración según el grado de suciedad. Para tareas más delicadas, como limpiar cristales, teclados de ordenador, peluches o ropa de lana, basta con una parte de Volvone por cinco de agua. En cambio, si se trata de encimeras, baños, acero inoxidable, electrodomésticos o tapicerías, se recomienda una parte de Volvone por cuatro de agua para lograr un acabado perfecto.

Volvone.

Incluso es capaz de acabar con olores complicados, como vómito, humedad o orina de mascotas, gracias a su acción desinfectante y neutralizadora de bacterias. En estos casos, se aplica la mezcla, se deja actuar unos minutos y se limpia o aclara según el material.

Otro uso muy popular es en la lavadora: añadir media taza en el cajón de prelavado ayuda a eliminar manchas difíciles y a dejar la ropa más fresca. Esto lo convierte en un aliado perfecto para uniformes de trabajo que acumulan grasa o suciedad intensa, como los de mecánicos, peluqueros o cocineros.

¿Quieres limpiar tus joyas? Volvone también sirve para ello, echas un poco en un paño de fibra, limpias la joya y te quedará reluciente. También sobre el mismo trapo podemos echar otra pequeña cantidad y borrar manchas de la pared, o incluso de la tapicería del sofá y hasta la del coche.

Un invento con historia

La historia de Volvone comienza en los años 60, inspirado en las fórmulas caseras que usaban las amas de casa de la época. Aquellas mezclas de amoníaco con jabón de escamas y otros detergentes eran eficaces, pero poco prácticas de preparar. La marca decidió entonces perfeccionar la fórmula en laboratorio, buscando un producto que combinara eficacia, seguridad y facilidad de uso.

En 1992 llegó el formato de 750 ml con perfume, que pronto se convirtió en el más vendido y el preferido por los consumidores. Dos décadas después, en 2012, la empresa lanzó el formato de 1,5 litros pensado para lavadoras, fomentando así su uso en la colada.

Hoy, Volvone mantiene su esencia original: una fórmula alcalina con solución amoniacal y tensioactivos aniónicos que limpia en profundidad sin dañar superficies ni tejidos. Eso sí, con una advertencia importante: no debe mezclarse con lejía, ácidos o vinagre, aunque sí puede combinarse con jabones o detergentes para potenciar su efecto.

Por qué se ha hecho tan popular

La clave de su éxito radica en su versatilidad. No es habitual encontrar un producto que limpie un teclado y, con la misma eficacia, devuelva el brillo a una joya o elimine el olor de un colchón. Y todo sin gastar más de dos euros.

En una época en la que muchos hogares buscan reducir la cantidad de productos de limpieza y optar por soluciones más prácticas, Volvone se ha ganado un hueco por derecho propio. No es nuevo, no es una moda pasajera, y probablemente por eso funciona: porque lleva más de medio siglo demostrando que a veces lo de siempre sigue siendo lo mejor.

Ahora ya conoces como es Volvone, pero si deseas verlo en acción, no te pierdas este vídeo en el que el colaborador televisivo, Iván García lo pone a prueba sobre manchas como las de la ropa, las paredes o el sofá: