Ciencia
Descubrimientos

Estupefacción por el hallazgo de un tesoro natural de 2,6 millones de años en el cráter de un volcán de Cataluña

  • Manuel Morera
  • Periodista y fundador del pódcast V9, el programa de F1 más escuchado de España. Universidad de Valencia y Radio 3. Anteriormente en ElDesmarque, Levante TV y Las Provincias.

Lo más común es que de los yacimientos salgan tesoros en forma de monedas de oro, pero un hallazgo en la localidad de Caldas de Malavella tiene una particularidad única: hablamos de un tesoro para la historia de la naturaleza.

Estamos hablando de un fósil de más de 2,6 millones de años en Cataluña, pero que tiene una conexión increíble con especies actuales de América del Norte.

El descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature y ha provocado una gran estupefacción en la comunidad científica porque abre nuevas hipótesis sobre la dispersión de mamíferos durante la prehistoria y desafía algunas teorías asentadas durante décadas.

El hallazgo de un fósil único en Europa que reescribe la historia de este animal

El descubrimiento se ha producido en el yacimiento de Camp dels Ninots, situado dentro del cráter de un volcán. Allí, los expertos han recuperado los restos de un topo desconocido hasta ahora.

Los científicos lo han bautizado como Vulcanoscaptor ninoti, pero lo más sorprendente es que el fósil tiene una antigüedad estimada de 2,6 millones de años. Es decir, se trata del ejemplar más completo hallado en Europa para este grupo de mamíferos.

Otro aspecto increíble es el fenomenal estado de conservación del fósil, gracias al ambiente sin oxígeno del lago que ocupaba el cráter. Lo han podido desenterrar con la mandíbula con dentición completa, parte del esqueleto y de las extremidades.

De hecho, justamente son estas condiciones las que han permitido que en Camp del Ninots conserven íntegros numerosos organismos del plioceno, lo que convierte al lugar en un auténtico tesoro paleontológico.

La insólita conexión entre un hallazgo paleontológico catalán y América del Norte

Uno de los aspectos más sorprendentes del estudio, liderado por especialistas del IPHES-CERCA, la Universidad Autónoma de Barcelona y el Instituto Catalán de Paleontología, es que esta especie pertenece a la tribu Scalopini.

Para que podamos entenderlo, sus parientes vivos sólo se encuentran en América del Norte y Asia, lo que plantea varios interrogantes sobre cómo pudo llegar hasta la península ibérica.

El análisis filogenético detallado confirma su parentesco con especies actuales como Scapanus y Scalopus. Este vínculo transcontinental podría ser la prueba de que, en la prehistoria, los mamíferos tenían rutas de dispersión mucho más amplias de lo que se pensaba. De esta manera el hallazgo rompe así la idea de que su capacidad de expansión era limitada.

La tecnología que ha permitido el descubrimiento paleontológico en Camp dels Ninots

Hoy en día los científicos todavía descubren nuevas especies, por lo que protagonizar el hallazgo de un fósil nunca visto en Europa de hace 2,6 millones de años hubiera sido impensable sin las nuevas tecnologías.

El fósil fue extraído aún incrustado en un bloque compacto de sedimento, lo que permitió su estudio con microtomografía computarizada. Esta técnica ha posibilitado reconstruir el esqueleto en tres dimensiones y analizar detalles tan delicados como las falanges o los dientes, inaccesibles con métodos tradicionales.

De hecho, la morfología del Vulcanoscaptor ninoti revela una clara adaptación a la excavación, pero la disposición del cuerpo en los sedimentos también abre la posibilidad de que tuviera cierta capacidad para nadar.