En los años 80 era la merienda favorita de los niños de media España: hoy a nadie se le ocurre hacer esta mezcla
La merienda es esa pausa que reconforta sin pensar mucho. Siempre viene bien y se adapta a los gustos de cada uno. Puede ser una fruta, un yogur, una galleta, una magdalena o cualquier bocado sencillo que resuelva. Pero en los años 80 aparecían meriendas más creativas que hoy muy pocos recuerdan.
Un ejemplo era el bocadillo con una barra de chocolate en medio, o el clásico pan con mantequilla y azúcar. Ambos económicos y muy fáciles de preparar. Pero también había mezclas más curiosas, como este caso que unía el chocolate, o la crema de chocolate, con algo tan inesperado en una merienda: el chorizo.
Esta es la merienda que arrasaba en los años 80 pero hoy casi nadie quiere probar
La merienda que en los años 80 llevaban muchos niños en España en la mochila era el bocadillo de chorizo y Nocilla, o directamente con chocolate en tableta. Esa combinación de dulce y salado tenía algo especial, y si el chorizo picaba resultaba aún más curiosa.
Algunas personas aseguran que el nacimiento de esta merienda tuvo lugar en Navarra. Allí, la mezcla se convirtió en un ritual sencillo. Se abría el pan, se untaba la Nocilla sin escatimar y después se colocaban las rodajas de chorizo de Pamplona.
Lo curioso es que este bocadillo traspasó incluso fronteras y llegó a Andalucía. Era algo rápido, fácil de transportar y, sobre todo, se preparaba en segundos. En apenas un minuto ya estaba listo.
El chef David de Jorge, Robin Food, lo recordó durante años y lo metió en su particular lista de «guarrindongadas», esa palabra que utiliza para nombrar mezclas que parecen imposibles pero que terminan funcionando.
Sin embargo, hoy en día cuesta encontrar a alguien que lo lleve como merienda. El bocadillo de Nocilla o el de chorizo siguen siendo comunes, pero la mezcla de ambos queda como un recuerdo llamativo que las nuevas generaciones nunca imaginarían juntar.
Cómo preparar esta merienda tal y como se hacía en los 80
Prepararlo no tiene ningún secreto. Se necesita:
- Pan, mejor si está crujiente.
- Nocilla.
- Chorizo de calidad, picante si a uno le apetece ese toque extra.
Preparación:
- Abre el pan con un corte limpio.
- Unta una capa generosa de Nocilla.
- Añade las rodajas de chorizo encima, bien repartidas.
- Cierra el bocadillo.
Si alguien quiere un punto más crujiente, puede tostar el pan antes, pero en los 80 se comía tal cual, y aunque hoy parezca una rareza, la realidad es que este bocado funcionaba. Dulce, salado y un toque picante que le gustaba a muchos.
Puede que al terminar de leer esta combinación algunos se queden un poco asustados, que no apetezca de primeras o que despierte simple curiosidad. Pero la realidad es que se puede comer un yogur todos los días o una galleta de paquete, y nada cambia.
En cambio, algo distinto, algo que marcaría una tarde, sería atreverse a probarlo. Y lo mejor es que en casi todas las casas españolas hay pan, Nocilla y chorizo, así que las excusas son pocas.
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