Dolberg manda a casa a Bale y Gales

Hubo un tiempo en que Kasper Dolberg era uno de los jugadores más cotizados de Europa. Su nombre llegó a sonar para Real Madrid, Barcelona y diversos grandes de Europa tras firmar una temporada de 23 goles con el Ajax de Ámsterdam. Apenas tenía 19 años y los elogios se amontonaron en el buzón de voz del talentoso delantero danés en el verano de 2017.

Tras esa aparición, Dolberg nunca volvió a ser objeto de deseo de ningún grande. Irrumpieron los Mbappé, Haaland y compañía y como un joven niño prodigio que se convierte en juguete roto su estrella se fue apagando hasta en el equipo holandés, que decidió traspasarlo dos años después de su explosión al modesto Niza sacando 20 millones de euros.

Dolberg, tras dos años en Francia en los que ha logrado un total de 17 goles, parecía totalmente descartado para ser una estrella y menos convertirse en el héroe de la selección de Dinamarca. Sin embargo, su regreso al estadio Johan Cruyff dos años después de su salida le hizo reencontrarse con esa versión de delantero que atrajo el interés de los equipos más grandes.

El ariete fue más que decisivo en el triunfo por 0-4 de Dinamarca ante Gales tras ser el autor de dos de los goles del encuentro. Dolberg sólo había disputado 30 minutos en lo que iba de Eurocopa, pero el seleccionador Kasper Hjulmand se olió que era un ahora o nunca para un delantero que guarda ciertas similitudes con Álvaro Morata. Ustedes ya saben.

Pues bien, tras 20 minutos de dominio inicial de Gales, los daneses fueron capaces de ir quintándose poco a poco la presión gracias al talento de Damsgaard. Fue el talentoso extremo el que conectó con Dolberg a los 27 minutos para que el delantero marcase un gol de figura mundial. Recibió escorado en la frontal, esquivó a un par de rivales y sacó un derechazo con rosca ante el que nada pudo hacer Ward. Era el primer disparo de los daneses para más señas.

Ese tanto espoleó a unos nórdicos que se mostraron mucho más agresivos a partir de ese momento aprovechando su velocidad para buscar las cosquillas a la tosca defensa galesa. Sólo Bale era el único que podía darle la vuelta a la situación, pero sus intentonas desde fuera del área se marchaban lejos de los dominios de Schmeichel.

El inicio de la segunda mitad terminó por finiquitar las esperanzas de la selección isleña. Braithwaite ganó un duelo en velocidad a los centrales de Gales y centró de forma imprecisa. El lateral Williams fue todavía más inexacto en su despeje que fue a parar a las botas de un Dolberg que sólo tuvo que fusilar al guardameta rival.

Dinamarca tenía el partido en el bolsillo y amplió la renta en las postrimerías del partido. Maehle metió el tercero en el minuto 88 y Braithwaite –tras haber dado una al palo– anotó en el descuento la puntilla a la goleada. Gales se marcha sin pena ni gloria de la Eurocopa tras haber alcanzado su cima en la pasada edición presentándose en semifinales. Bale no podrá reeditar éxitos pasados en el día en el que el Dolberg volvió a ser el delantero de los 100 millones que un verano pidieron por él.