Yolanda Díaz pide a los parados que se formen en «ecodiseño», «cambio climático» y «alumbrado sostenible»

Trabajo gasta 60 millones de fondos UE en cursos de formación para afectados por los ERTE

Yolanda Díaz parados
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El Ministerio de Trabajo acaba de formalizar la compra de un paquete de cursos de formación dirigidos a la «recualificación» de desempleados. Su importe asciende a 59.974.864 euros. Los cursos para parados ofertados por el departamento de Yolanda Díaz se orientan al empleo «verde» y digital, como «construcción sostenible con madera», «cambio climático y huella de carbono», «sistema de eficiencia energética en el alumbrado público» o «aprovechamiento de residuos y ecodiseño para desarrollar modelos de economía circular». También los hay sobre nuevas tecnologías, como «seguridad y civismo en el entorno digital», «business intelligence para tu negocio», «venta online en la empresa» o «ciberseguridad».

Los cursos van dirigidos a personas incluidas en expedientes de regulación de empleo (ERTE) y su finalidad, como se indica en la memoria justificativa del contrato, es «facilitar su reactivación, promover la adquisición de conocimientos y habilidades demandados en el ámbito productivo, en sus empresas actuales o en otras empresas o ámbitos de actividad y hacer frente a las innovaciones derivadas de los cambios tecnológicos, relacionadas con la sostenibilidad u originadas en la demanda de empleos que requieran nuevas competencias para su desempeño». Los cursos están financiados con cargo de fondos europeos. 

El departamento de Yolanda Díaz justifica la inversión en los compromisos adquiridos en el marco del llamado «Plan Nacional de Recuperación, Transformación y Resiliencia» para la recepción de los fondos UE. En concreto, para «abordar a través del diálogo social un paquete equilibrado y coherente de reformas que permitan reducir el desempleo estructural y el paro juvenil, reducir la temporalidad y corregir la dualidad del mercado laboral, aumentar la inversión en capital humano, modernizar los instrumentos de negociación colectiva y aumentar la eficacia y eficiencia de las políticas públicas de empleo». En este apartado se incluye la «adquisición de nuevas competencias para la transformación digital, verde y productiva».

Desempleados

Según los datos de desempleo, el paro descendió en 130.197 personas en 2023. Sin embargo, los españoles que cobran la ayuda aumentaron en 24.325 en comparación al año anterior.

Uno de los motivos de esta disparidad existente entre el descenso de la contratación, los beneficiarios de la prestación y el número de parados es la cantidad de fijos-discontinuos que cobran la ayuda. Estas personas no computan como desempleados aunque no estén trabajando.

Cabe destacar, además, que la Comunidad de Madrid es la región que actúa de motor en la creación de empleo en toda España -un 25% de los empleos- debido, entre otras razones, a las políticas fiscales implementadas por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

Además, España lidera las tasas de desempleo juvenil en la Unión Europea. Un récord que nuestro país acumula desde hace años.

El Gobierno ha incrementado recientemente el subsidio de desempleo, que ha provocado desencuentros y tensiones entre Díaz y la ya ex vicepresidenta económica Nadia Calviño. La cuantía final de la ayuda subirá hasta los 570 euros durante los primeros seis meses -ahora está en 480-, con una duración máxima de 30 meses. Este incremento supondrá un incremento del gasto público, sólo en su primer año, de 648 millones de euros. Con esta operación, el gasto en subsidios se situaría en unos 4.586 millones de euros al año.

Además, la reforma laboral impulsada por Díaz ha provocado efectos indeseados en el mercado de trabajo. Según un informe reciente de Fedea, la reforma no ha sido eficaz en la reducción de la precariedad o inestabilidad laboral, y tampoco en la reducción de la tasa de temporalidad.

«La reforma ha fomentado el uso de otras variantes de contratos indefinidos que ofrecen menos estabilidad, como el contrato fijo-discontinuo. Estos contratos, a pesar de ser etiquetados como indefinidos, no ofrecen el mismo nivel de seguridad laboral a los trabajadores que los contratos indefinidos tradicionales», avisa Fedea.

El informe muestra, por un lado, que ha aumentado la conversión de trabajadores temporales en indefinidos, pero, por otro lado, se constata una reducción en la duración de los contratos indefinidos ordinarios.

«Es decir, en términos agregados, el mercado laboral no muestra los cambios que a priori cabría esperar en la duración del empleo como resultado de la disminución del empleo temporal», advierte esta organización.

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