Caso Óscar Puente

El vídeo de Óscar Puente como actor profesional antes del ‘yatazo’: triunfó con ‘El Avaro’ de Molière

El Norte de Castilla desveló hace dos años que Óscar Puente fue actor profesional antes de dedicarse a la política.

Triunfó en la Gran Vía de Madrid con la obra de Moliere, que versa sobre el afán de acumular riquezas.

"¡El dinero es el bien supremo!", proclamaba su personaje.

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Óscar Puente, portavoz federal del PSOE y alcalde de Valladolid, fue actor profesional antes de dedicarse a la política. Hace una semana, OKDIARIO desveló que un empresario al que el Ayuntamiento de Valladolid adjudicó un contrato de 195.178,20 € alquiló el yate en el que Puente y su hija estuvieron de vacaciones en septiembre en Ibiza. Ha pasado una semana. Ferraz calla y los socios de Puente en el equipo de Gobierno de la ciudad, Valladolid Toma La Palabra (VTLP), es decir Podemos e Izquierda Unida, también.

El pasado como actor de Óscar Puente lo desveló hace dos años El Norte de Castilla en una información de Arturo Posada que incluía un vídeo del alcalde de Valladolid interpretando en 1995 en el Teatro Maravillas de Madrid ‘El Avaro’, de Molière. El vídeo está rescatado del Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de Cultura y Deporte. En el vídeo aparece un joven Óscar Puente en el papel de Valerio, bajo la dirección de Juan Antonio Quintana, compartiendo reparto, entre otros, con Eva Hache o Diego Martín e interpretando la adaptación de la obra que realizó Enrique Llovet y que fue un éxito en Madrid. La comedia de Molière, de 1668, muestra vicios vigentes hoy y siempre: el afán desmesurado de riquezas y la combinación letal de dinero y poder. La avaricia aparece encarnada en el personaje de Harpagón. Valerio es el joven enamorado de la hija de Harpagón, que entra a servir en su casa para acercarse al padre y al que acusan del robo de la caja en la que el viejo usurero guarda su oro. Una trama de personajes, amores y ambiciones en el París de clase alta del siglo XVII.

En la información que desvela su pasado como actor participa el propio Óscar Puente. Contaba Arturo Posada que en 1989, con apenas 20 años, Puente entró en el Aula de Teatro de la Facultad de Derecho de Valladolid y que el gran actor Juan Antonio Quintana, que la dirigía, vio enormes posibilidades para la interpretación en aquel joven alto, entonces barbilampiño, y ya curvado. El alcalde de Valladolid contaba que pasó «de no haber hecho teatro en mi vida, ni siquiera en el colegio, a ensayar todos los días». Puente estaba a punto de afiliarse al PSOE (lo hizo en 1990) y en aquel momento su vida iba a ser o el teatro o la abogacía, pero no la política. Durante 10 años, el teatro fue su vida. Puente fue actor profesional. Primero, compaginando los ensayos y las representaciones con los estudios de Derecho. Después, con su trabajo en un despacho de abogados de Madrid.

Sofía Puente

Puente reconoce que estudiar no estudió mucho y que fue su hermana Sofía la que trabajaba por él y le facilitaba los apuntes. Sofía Puente es, hoy, Directora General de Seguridad Jurídica y Fe Pública (antigua Dirección General Registros y Notarías) en el Gobierno de Pedro Sánchez. Sofía Puente, fiscal de carrera, miembro de la Unión Progresista de Fiscales próxima al PSOE, fue el azote del PP en el Consejo Fiscal en tiempos de Mariano Rajoy. Durante la pandemia y el estado de alarma, desde principios de abril, llevó un registro diario informatizado de los muertos por Covid en residencias, en domicilios particulares y en hospitales. Creó un formulario online para que los Registros Civiles de toda España le informaran a diario del número de muertos. La información obtenida por Sofía Puente fue remitida a Moncloa, que conocía estos datos -actualizados al día- desde el 14 de marzo. Por entonces, Moncloa negaba que supiera la cifra real de muertos por Covid o los fallecidos en residencias.

Sofía Puente, hermana de Óscar Puente, ha sido siempre, pues, desde los tiempos de la universidad y después como fiscal próxima al PSOE (entró en la carrera fiscal en 1996), un gran apoyo para el alcalde de Valladolid. Puente -Óscar- sacó Derecho, pero ya como abogado siguió sintiendo el gusanillo de la interpretación. Trabajaba en un despacho de Madrid y, al acabar, se subía a las tablas. Su gran éxito llegó con ‘El Avaro’ de Molière, que alcanzó las 500 representaciones, dentro y fuera de España.

Óscar Puente
El Norte de Castilla del 27-9-1992 en la que aparece Óscar Puente como actor.

La adaptación de Enrique Llovet bajo la dirección de Juan Antonio Quintana se estrenó en Valladolid en 1992. En el 94, llegó a Madrid, al Teatro Príncipe Gran Vía. Fue todo un éxito de crítica y público en el corazón teatral de Madrid. El crítico Eduardo Haro Tecglen, totem de la izquierda periodístico-cultural de la época, dio su visto bueno a la obra en el diario El País con críticas muy halagadoras. El propio Óscar Puente reconocía a El Norte de Castilla que «Haro Tecglen nos hizo un panegírico».

Pero el teatro tuvo un problema de licencias (más cercano a la política que a la cultura) y tuvo que cerrar. En la Navidad del 94, Óscar Puente, vestido de Valerio, y el resto de la compañía se trasladaron al Teatro Maravillas. Según Puente, «estuvimos hasta julio y como primeros de taquilla superando a Lina Morgan y un ‘arniches’ con José Sazatornil». «Vinieron a vernos -contaba- Almodóvar, Arturo Pérez-Reverte…». «Por allí pasó -aseguraba Óscar Puente- todo Madrid». En la explicación de su pasado teatral al periodista, Óscar Puente llega a decir: «No ha habido un éxito en el teatro de Castilla y León como ‘El avaro’. Jamás. Y probablemente no lo habrá nunca. El primer ‘molière’ que se representó en castellano en París fue la obra que hicimos nosotros. Fue en un mítico teatro, l’Épée de Bois, en La Cartoucherie». Después, de nuevo en España, seis días en el Corral de Comedias de Almagro. «Fueron seis días maravillosos -relataba Óscar Puente- todo ovaciones en pie, algo increíble».

Eva Hache o Diego Martín se profesionalizaron y de ahí saltaron a la fama. Óscar Puente, no. Cuando Juan Antonio Quintana dejó la obra y fichó por la Compañía Nacional de Teatro Clásico en Madrid y TVE, Puente abandonó el teatro después de 10 años. «Lo dejé con 31 años y estuve cinco años pasándolo muy mal. Iba al teatro y sufría. Tenía un gusanillo total. Luego se pasó y ahora ni me lo planteo. Ya no me veo ahí», dice el actual alcalde de Valladolid. Fueron 500 representaciones, «muchas horas juntos, horas de furgoneta, de camión, de escenario… Yo estuve en un hotel de Madrid casi un año metido con el mismo tío, Chema Noci, que hacía de cocinero en ‘El Avaro’», recordaba Óscar Puente a El Norte de Castilla.

Carrera política

Puente dejó el teatro en 1999. Cinco años después -en 2004- comenzó su carrera política ascendente en el PSOE, ya con Zapatero y Soraya Rodríguez, a la que terminaría, años después despreciando públicamente por sus críticas a Pedro Sánchez. En esos años, Óscar Puente obtuvo un Máster en Dirección Política por la Fundación Jaime Vera, la escuela de formación de cargos públicos y orgánicos del PSOE, que tiene su sede en Galapagar. Del zapaterismo, Óscar Puente pasó al sanchismo. Fue uno de los grandes apoyos de Pedro Sánchez en su lucha por recuperar la secretaría general. En 2015 fue elegido alcalde de Valladolid y en las elecciones de 2019 revalidó el cargo gracias al apoyo de Valladolid Toma La Palabra (Podemos e Izquierda Unida).

Óscar Puente es, oficialmente, el portavoz del partido del Gobierno de España, pero sus salidas de tono e insultos le han apartado, de facto, del cargo. Puente debió decidir en algún momento que en política no interpretaría papel alguno. Sería él mismo.

En la información de El Norte de Castilla, Óscar Puente muestra al periodista sus evidentes dotes para la declamación y le suelta: «¡El dinero es el bien supremo!», una de las famosas frases de Valerio en ‘El Avaro’, que no fue su única obra. «Antes hice -le recuerda- ‘Romeo y Julieta’, ‘Don Perlimplín’, de Lorca, y un ‘merimèe’ en el que interpretaba al virrey de Perú». Y hasta un monólogo de Goethe. Ah, y también ‘Don Duardos’, de Gil Vicente.

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