Una universidad paga a Iglesias por acusar a «jueces ultraderechistas» de ir contra el «orden político»
La Universitat Oberta de Catalunya contrató al ex vicepresidente para ir contra la derecha
Pablo Iglesias fichó por una universidad privada como analista de discursos políticos
Iglesias agita desde su canal de TV los disturbios en Francia: «Poco me parece»
Pablo Iglesias fue contratado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) tras su salida de la política. Su primer trabajo a costa de ese contrato es un artículo en el que carga contra «los jueces ultraderechistas» de España. «El discurso ultra en las redes, amplificado por grandes medios de comunicación, se ha querido dirigir a jueces, policías, militares, altos funcionarios y ha tenido efectos notables a la hora de condicionar su estado de ánimo», alerta el ex vicepresidente segundo del Gobierno. Considera que con esos contenidos, que para él son extremistas, «buena parte de las bases de sostenibilidad del orden político liberal se podrían venir abajo, como ocurrió en varios países europeos (Italia y Alemania, pero también España) durante los años 30 del pasado siglo».
Se trata del artículo Análisis de los discursos ideológicos en las redes sociales. El caso de la ultraderecha en España, al que ha tenido acceso OKDIARIO. Desde esta institución académica de gestión privada, pero integrada en la Asociación Catalana de Universidades Públicas, Iglesias ha cargado contra Vox.
Lejos de mantener la neutralidad política, Iglesias usa el dinero de la UOC para poner en el mapa la tocada marca de Podemos. «Nuestro sistema político está viviendo una transición en la que el auge de la ultraderecha política, apoyada en amplios sectores mediáticos y del Estado, es básicamente una reacción al independentismo catalán y a Podemos», expresa.
«¿Cuál ha sido la clave del crecimiento de la ultraderecha en España? Un sentimiento de rechazo hacia el independentismo catalán, puramente sentimental. En España la ultraderecha no procede de un sentimiento de miedo hacia los migrantes, como en otros países europeos. Aquí la clave es el anticatalanismo y el antiindependentismo, sentimientos que operan en clave irracional. La gente se pregunta: ¿cómo puede que en la Comunidad de Madrid se vote a una señora que todo el rato habla de Cataluña, teniendo en cuenta la situación de su sanidad y su educación? Porque la política funciona así», agrega en clara referencia a Isabel Díaz Ayuso, contra quien cayó derrotado en los comicios autonómicos del 4M.
Montero
También habla de Irene Montero en una entrevista en la web de la UOC. «Cuando sale una noticia, por ejemplo, contra un político de izquierdas, en particular si es una mujer, que es una noticia falsa y que tiene que ver con humillar a esta mujer, no es que los destinatarios crean la veracidad de esta noticia, sino que esta noticia confirma su intuición ideológica y les produce placer. Por mi propia experiencia política he vivido casos muy de cerca; he visto cuáles son los elementos que se han utilizado para atacar a Irene Montero», expone el hoy profesor de la Universidad Complutense de Madrid.
«No tienen nada que ver con una crítica política, sino que tienen que ver con tratar de producir placer a una audiencia que abiertamente le odia. Son cosas que he vivido y me han hecho reflexionar, después, desde una perspectiva académica, sobre que el deseo no sólo fue determinante para explicar los fascismos en los años 30, sino que sigue siéndolo ahora, junto a las tecnologías actuales, para comprender los nuevos fascismos de nuestro presente», relata.
Su última conclusión indica: «A nuestro juicio, es la ultraderecha la que mejor entiende esta nueva realidad de ‘guerra cultural’ y la que mejor ha adaptado a la misma su estrategia en las redes sociales».