CASO KOLDO

La UCO cree que la ‘Koldosfera’ tenía dos topos en la Guardia Civil que les chivaban matrículas camufladas

Dos agentes dejaron rastro al consultar la matrícula de coches camuflados que usó la UCO para seguir a los investigados

Guardia Civil Koldo
Agentes de la UCO.
Pelayo Barro

La Unidad Central Operativa (UCO), el departamento de la Guardia Civil que investiga a la llamada trama del caso Koldo por el que se colocaron más de 50 millones de euros en mascarillas gracias al pago de comisiones a altos cargos del Ministerio de Transportes, sospecha que no sólo hay un agente implicado en las filtraciones de la investigación a los integrantes de la trama. Del análisis que ha realizado hasta ahora se cree que son, al menos, dos agentes los que han podido consultar bases de datos internas para dar chivatazos a la trama sobre los seguimientos a los que estaban sometidos. Concretamente, la de matrículas de coches camuflados.

Según fuentes de la Guardia Civil consultadas por OKDIARIO, la investigación interna abierta ha dado frutos. Se inició tras detectarse que los vigilados tenían acceso a detalles muy concretos de esas operaciones de seguimiento. Especialmente, de los vehículos que utilizaban los agentes de paisano que seguían sus pasos y sus encuentros en la marisquería madrileña que habían convertido en base de operaciones y escenario de sus reuniones.

Tal y como relatan estas fuentes, durante la fase de vigilancia, se dieron situaciones «rocambolescas», como una en la que uno de los principales cabecillas de la trama se llegó a bajar de su vehículo y a encararse con los agentes. E incluso durante las detenciones, uno de los investigados les describió los vehículos que la Guardia Civil había utilizado en sus seguimientos.

Por ello, explican a OKDIARIO fuentes próximas a la investigación, se decidió analizar las bases de datos internas de la Guardia Civil, en las que podrían hallarse detalles de esa investigación secreta de la UCO, de la que no conocían su existencia ni otros grupos de la misma unidad. Y una de las indagaciones ofreció un resultado significativo: al menos dos personas, agentes con su número de identificación personal, dejaron rastro al consultar matrículas de vehículos camuflados con los que los investigadores realizaban los seguimientos. Consultas, explican, realizadas a través del Sistema Integrado de Gestión Operativa, Análisis y Seguridad Ciudadana (SIGO).

Las fuentes consultadas no confirman -ni desmienten- que uno de ellos sea Rubén Villalba Carnerero, el agente destinado en la embajada de Venezuela detenido la pasada semana. En las anotaciones de la trama figuran pagos a «R» en metálico, y conversaciones sobre una «gestión en B de la ostia». La UCO sospecha que B es la forma en que la trama se refería a la Guardia Civil (B de Benemérita).

Sospechas de ‘topos’

Desde hace tiempo, los agentes de la UCO encargados del caso venían sospechando de la filtración a la trama liderada por Koldo García -ex asesor de José Luis Ábalos-, y ahora investigada por los contratos con el Gobierno y las administraciones socialistas de Baleares y Canarias.

De hecho, en un oficio del pasado 6 de noviembre, los investigadores ya advierten al juez de sus sospechas de chivatazo. Esas sospechas procedían de las comunicaciones interceptadas durante un encuentro que Koldo mantuvo con su hermano Joseba en un restaurante el 17 de octubre de 2023. «Se ha observado que Koldo tendría conocimiento de que la UCO le estaría investigando», avisan al juez en ese archivo, que fue incorporado al sumario.

Es entonces cuando la unidad pone en marcha un barrido interno para detectar al autor de esas filtraciones. «Habida cuenta de que esta información podría venir de algún tipo de filtración proveniente de la propia Guardia Civil, se informa de que esta Unidad ha procedido a auditar todas aquellas bases de datos a las que se tiene acceso y en las que se encuentra cualquier tipo de información relativa a la investigación», le comentan al juez.

Se trata, detalla la UCO, de rastrear las «bases de datos referentes a sistemas de investigación, vehículos oficiales empleados por los investigadores o las propias bases de datos de recursos humanos en las que figuran datos de carácter personal de los propios investigadores». Del resultado de estas gestiones, «se dará oportuna cuenta a V.I. en el caso de ser positivas y relevantes para la causa», concluyen los investigadores. El mando de la Guardia Civil está investigado ahora por delitos de pertenencia a organización criminal y cohecho.

El agente venezolano

Agentes de la UCO detuvieron la pasada semana al comandante de la Guardia Civil Rubén Villalba Carnerero por advertir presuntamente a los miembros de la trama Koldo que estaban siendo investigados. Villalba -agregado de Interior de la Embajada de España en Venezuela- prestó declaración ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, que le ha prohibido abandonar España. Los agentes obtuvieron la pista del chivatazo al grabar una conversación entre Koldo García y su hermano en un restaurante el 17 de octubre de 2023.

En varias ocasiones, los agentes relatan al juez sus sospechas de que los miembros de la trama tendrían pleno conocimiento de que estaban siendo seguidos. Esta circunstancia obligó a los investigadores a poner especial cautela en sus movimientos, así como a reforzar los medios empleados para el seguimiento. Los miembros de la trama comenzaron a cuidar especialmente sus encuentros, a limitar las conversaciones telefónicas, a utilizar mensajes en clave o incluso identidades falsas.

El 17 de octubre de 2023, los investigadores graban la conversación entre Koldo y su hermano Joseba en un restaurante. «Del análisis de estas comunicaciones orales se han hallado indicios de que los reseñados tendrían conocimiento de que estarían siendo investigados por la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, es decir, la Unidad a cargo de esta investigación», señalan al juez.

En esa conversación, el asesor de Ábalos se refiere abiertamente a los seguimientos. «Me parece que son 27 personas las cuales están siguiendo», advierte a su interlocutor.

«De estas afirmaciones de Koldo se infiere que sería conocedor a través de fuentes de la propia Guardia Civil de que existe una investigación sobre su persona, en la que habría un total de 27 investigados», resume el oficio. Además, los investigadores destacan cómo Joseba «le dice a su hermano que él se quita de en medio para que no les vean juntos».

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