Torra proclama sus consignas ante un público entregado y dispuesto a todo por su ‘ídolo’
Como una estrella del rock, con más de dos minutos de aplausos intensos, el presidente de la Generalitat Quim Torra ha entrado a la sala grande del Teatre Nacional de Cataluña dispuesto a actuar con su único hit en el mercado que sabe va a ilusionar a los suyos. Abogando por ser “Nuestro momento”, sin especificar de quién, de qué ni para qué, el presidente catalán ha dicho dirigirse al Gobierno, a los ciudadanos del Estado y los catalanes, aunque no tenía nada que ofertar, como había dejado entrever en las últimas horas. “Diálogo y negociación”, ha dicho, pero después de pedir a los suyos que salgan a la calle en una movilización permanente y que desacaten la sentencia del Tribunal Supremo.
Con un rostro de persona fatigada que como repite a diario “no soy yo quién debería estar aquí, si no Carles Puigdemont”, Torra se ha puesto a recitar un discurso de diecinueve páginas que le han dejado escrito los presos políticos y Puigdemont, con quién se ha reunido para redactar la conferencia de hoy. Convocada como Presidente, pagada por la Generalitat pero con un gran lazo amarillo presidiendo el escenario y con un público muy seleccionado, Torra ha actuado más como activista por la independencia o dirigente de los CDR que como presidente de todos los catalanes, si alguna vez ha actuado como tal.
Entre el público hoy, todos sus consejeros, diputados independentistas y muchos VIP’s. Los directores de los principales medios de comunicación, como el de TV3 Vicent Sanchís y el de Catalunya Radio Saül Gordillo así como los de medios privados, personalidades del mundo separatista como la periodista Pilar Rahola o el economista Xavier Sala Martín o empresarios comprometidos con la causa y que ya han empezado a pasar por caja para mantener el Consejo de la República de Waterloo, que en los próximos días se pondrá en marcha. Además, Torra también ha invitado a los lideres de las entidades independentistas y de la sociedad civil, siempre por eso de los que no le llevan la contraria.
Más allá del lazo amarillo que presidía el escenario, Torra y los asistentes habían guardado las formas hasta que al final de la conferencia, se han levantado de su sillón al grito de “libertad” después de cantar Els Segadors.