Torra logra que el sindicato del asesino de Bultó sea ya el más votado de la Generalitat
El sindicalismo ya está también en manos del separatismo. CCOO y UGT han cedido su tradicional poder sobre los trabajadores de la Generalitat a dos formaciones independentistas. El sindicato que lidera el asesino de Bultó ha sido el más votado en las elecciones sindicales de la administración catalana que preside Quim Torra.
El sindicato que lidera Carles Sastre, el terrorista que en 1977 descuartizó a José María Bultó con una bomba con temporizador adosada a su pecho, ya es el más votado entre los trabajadores de la Generalitat de Cataluña. Intersindical CSC ha pasado de 4 a 35 delegados y tiene los mismos que IAC-CATAC, la otra central separatista.
Los dos sindicatos separatistas se han impuesto claramente a CCOO, UGT y CSIF, lo que demuestra cómo los sucesivos gobiernos independentistas han conseguido crear una administración pública en su mayoría fiel a la causa del independentismo.
Las buenas relaciones que Sastre mantuvo con Carles Pugidemont y ahora cultiva con Quim Torra, han permitido a Intersindical CSC situarse como el brazo sindical de independentismo. Así, ejerciendo como correa de transmisión entre la dirigencia política y los empleados de la Generalitat, Intersindical CSC convocó las huelgas generales del 3 de octubre, el 8 de noviembre y el pasado 21 de febrero, en connivencia con el Govern de Torra. IAC-CATAC las ha apoyado y reivindica la libertad de los golpistas presos. Las dos formaciones han pasado de un respaldo del 29 al 46%.
Históricamente, en la Generalitat se habían impuesto los dos sindicatos nacionales, CCOO y UGT, pero en las últimas elecciones ya hubo un cambio significativo. Si en 2010 CCOO y UGT habían sumado el 64% de los votos, en 2015 pasaron a tener el 48%. Ahora se han quedado en el 37%.
A las elecciones en la administración catalana seguirán en las próximas fechas las que se celebrarán en los Mossos d’Esquadra (donde votarán 17.000 agentes), la enseñanza no universitaria (con 80.000 empleados) y la sanidad pública (con otros 80.000 contratados llamados a las urnas).
Como el independentismo no da puntada sin hilo, bajo el pretexto de “reducir la temporalidad” en la administración catalana, el gobierno de Torra tiene en cartera la convocatoria de varias unas oposiciones que engordarán la Generalitat con 30.000 funcionarios más.
Con las arcas de la comunidad autónoma catalana en números rojos (77.740 millones de deuda, la mayor de España), el ejecutivo independentista no está dispuesto a dejar pasar la legislatura, sea más o menos corta, sin haber perdido la oportunidad de seguir consolidando una administración fiel a su causa.
Según los planes de la Consejería de Políticas Digitales y Administración Pública, se convocarán 4.323 plazas de funcionarios de Administración y Técnicos, 15.658 profesores, 9.307 estatutarios del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y 685 de personal laboral.