Los terroristas CDR preparaban un ataque con termita contra la sede catalana de Amazon
Nuevas revelaciones sobre el caso de los terroristas CDR que preparaban ataques con explosivos como respuesta a la sentencia del 1-O. Según figura en nuevos documentos de la investigación de la Guardia Civil, a los que ha tenido acceso OKDIARIO, los integrantes de la célula planificaron un golpe contra el centro logístico de Amazon en Martorellas (Barcelona).
«Hace falta mirar lo de Amazon. Yo el otro día ya fui a echar un vistazo». En junio de 2019, apenas tres meses antes del primer golpe de la Guardia Civil contra la estructura terrorista de los CDR, varios de los integrantes del ‘núcleo productor’ de explosivos comenzaron a indagar sobre posibles objetivos de su ataque. El tiempo se les echaba encima entonces, con una sentencia sobre el 1-O a punto de salir del Tribunal Supremo. Ése era el momento marcado para pasar a la acción.
Entre sus metas, según ha constatado OKDIARIO, se encontraba la de inutilizar el almacén estratégico que la multinacional estadounidense de Amazon tiene en la localidad de Martorellas. Una infraestructura de alrededor de 30.000 metros cuadrados situada en cuatro naves del polígono industrial Martorelles Logistic Park, desde la que se gestiona buena parte de la actividad logística del ‘gigante’ del comercio online en Cataluña. Un golpe contra este enclave habría supuesto para el grupo un importante efecto mediático.
Termita y ácido clorhídrico
El plan de acción consistía en obtener suficientes explosivos -termita, en este caso- como para poder ‘fundir’ todo el cableado del nodo que suministra electricidad al almacén de Amazon. Los propios integrantes de la célula sabían que el golpe afectaría a otras importantes empresas de la zona, que comparten infraestructura eléctrica. El ataque inutilizaría operativamente la empresa y paralizaría su actividad en Cataluña.
Las investigaciones de la Guardia Civil consiguieron determinar, gracias a la interceptación de mensajes encriptados de la aplicación móvil Signal, que el objetivo era «algún tipo de ataque o sabotaje en la red que suministra la electricidad» a esas instalaciones.
Aproximadamente un mes después de estas conversaciones, la Guardia Civil constata que los planes de sabotaje contra instalaciones eléctricas siguen en pie. Dos integrantes del grupo hablan sobre la necesidad de fabricar ácido clorhídrico, cuyo objetivo es «deshacer las gomas de las mangueras eléctricas». Es decir, la protección plástica que rodea a los cables metálicos por los que circula la electricidad, y sobre los que posteriormente se aplicaría la termita para fundirlos.
Reconociendo el terreno
Los ‘pinchazos’ a los ahora encausados por terrorismo en la Audiencia Nacional revelan que incluso llegaron a realizar «excursiones a la montaña», palabras en clave para hablar de los reconocimientos sobre el terreno que se realizaron en torno a las instalaciones de Amazon en Martorellas.
«Intenta quedar con los chicos e id a mirarme Amazon. Por favor», le pedía textualmente una de las cabecillas del grupo, Esther G.C., a Alexis Codina, uno de los responsables de la fabricación de explosivos.
«Amazon ya está visto. Pero es ultra complicado. El plan es como los otros. De hecho se nutre del mismo Nodo que las otras -empresas- que me dijiste. Si hacemos una excursión por la montaña para planear bien, sería muy bonito», le responde Codina.
«Defender la república»
En este nuevo informe del caso CDR, donde están imputados 13 independentistas radicales por un delito de terrorismo, se han incorporado conversaciones en las que estos miembros de los Comités de Defensa de la República aseguraban estar «sometidos a un Borbón», y que su objetivo último era «defender la república y obligar a los políticos a proclamarla».
Los investigadores de la Unidad de Información de la Guardia Civil llevaban un año siguiendo cada paso que daban los terroristas CDR, que tenían «planes secesionistas» empleando para este fin el «uso de la violencia y la insurrección», según señalan los agentes. La unidad policial recopiló miles de horas de conversaciones telefónicas intervenidas, realizó centenares de seguimientos y desarticuló la célula que pretendía atentar como respuesta a la sentencia del ‘procés’ en la denominada Operación Judas.
Hace casi un año, el 23 de septiembre de 2019, detuvieron a 9 miembros –de los cuales 7 ingresaron en la prisión de Soto del Real– y procedieron a la entrada y registro de 10 domicilios en los que requisaron los teléfonos móviles de los detenidos. Del análisis preliminar de los dispositivos los investigadores han descubierto la existencia de un grupo denominado «GaarRapata», creado en marzo de 2019 por Esther García. Es ahí donde buena parte de los acusados dejaron sus ‘huellas’ en este complot terrorista que logró frenar a tiempo el Servicio de Información de la Guardia Civil.