Una tercera candidatura en Castellón dificulta el plan de Génova para controlar el PP valenciano
La pugna por el PP valenciano continúa. Génova quiere dar un vuelco al partido en esta comunidad y persigue ahora el control de Castellón. El candidato oficial de Pablo Casado es Marta Barrachina. Pero ya son tres las candidaturas que tendrán que pelear por la presidencia del partido provincial. Carmina Ballester, alcaldesa de Onda se ha sumado a la pugna. Y, ahora, surge una tercera lista, la de Luis Gandía, presidente del PP de Vinaroz.
Génova quiere al frente del PP de Castellón a Marta Barrachina, alcaldesa de Vall d’Alba. El plan pasa por situar a la diputada provincial como sucesora de Miguel Barrachina, que ya ha anunciado la convocatoria del congreso provincial del partido y su renuncia a la reelección.
Génova quiere dar un vuelvo, no sólo a Castellón. Ya controla los otros dos feudos provinciales y, en caso, de hacerse con Castellón se considera con fuerza acreditada para forzar el cambio de Isabel Bonig de la Presidencia del partido en la comunidad autónoma.
Carmina Ballester ha sido el primer obstáculo en este deseo de lograr un vuelvo pacífico en el PP valenciano. Ella es la alcaldesa de Onda y ha decidido interponerse en la decisión de Génova y presentarse para disputar la presidencia del PP de Castellón. Carmina Ballester ha anunciado ya a sus equipos que dará el paso como candidata a la Presidencia provincial.
En su discurso de presentación, Ballester ha señalado que «los partidos deben aplicar la escucha activa y ser lo más transparentes y democráticos posibles» porque el afiliado es «la piedra angular y motor de este partido».
Por si fuera poco, surge una tercera candidatura en el camino del control del PP de esta provincia: la que presenta Luis Gandía.
El plan de Luis Gandía no es el de Génova
Gandía ha anunciado ya su presentación y ha afirmado que si es elegido presidente provincial su primera acción será «sumar a los alcaldes y a los portavoces que están en la oposición para establecer con ellos un proyecto potente y que alcance todos los rincones de la provincia de Castellón». Ese plan no encaja demasiado con los deseos de Génova.
«Los alcaldes tendrán un peso muy importante en nuestro proyecto porque son quienes están mostrando a los castellonenses que el Partido Popular gestiona mejor que la izquierda de nuestra provincia. Cuando se habla de ayuntamientos que bajan impuestos, ayudan a los autónomos y a los comercios y realizan políticas activas de empleo siempre aparecen ayuntamientos gobernados por el Partido Popular», ha asegurado Gandía.
Desde Génova se interpreta este llamamiento como un posible foco de resistencia para evitar el relevo de Bonig, un cambio que tiene diseñado el PP nacional desde hace meses. El PP de Castellón, de este modo, tendrá que elegir como presidente, al menos, entre tres candidatos.
La decisión de Génova, en su intención de mantener una imagen de unidad y cierre de filas, pasaba por el hecho de que no hubiera más de una candidatura y que la Presidencia recayera en Barrachina de una forma tranquila y consensuada. Pero ya está claro no será así.
La apuesta de la dirección de Pablo Casado trasciende pese a los planes del aún presidente provincial, quien, en un mensaje de calma, alegó las “crecientes responsabilidades” en las Cortes Valencianas -donde es portavoz de Agricultura, Pesca, pero también de Movilidad y Transporte y Obras Públicas. “Pienso ahora, igual que hace cuatro años, que para liderar una Presidencia provincial se debe tener las responsabilidades en la propia provincia”, afirmó Barrachina en un comunicado, en el que reclamó “unidad y lealtad” para la nueva dirección que saldrá del próximo congreso.
Génova prosigue así con sus planes de renovación en la Comunidad Valenciana. Unos planes que comprometen las opciones de la actual presidenta autonómica, Isabel Bonig, de cara a una reelección para la que se hace imprescindible contar con el respaldo de los territorios. La aparición de una segunda y tercera candidatura en Castellón, sin embargo, da aire a Bonig. Y es que, controladas las tres direcciones provinciales desde Madrid, las posibilidades de Bonig serían más débiles.
Cabe recordar que, en julio, el PP nacional ya apostó por Vicente Mompó, alcalde de Gavarda, para el XV Congreso provincial de Valencia. Mompó, muy próximo al anterior líder provincial Vicente Betoret, también contaba con la aprobación de Carlos Mazón, presidente de la Diputación de Alicante y con influencia en Génova. No en vano, Mazón, con buenas relaciones con el secretario general Teodoro García Egea, es quien más suena en las quinielas como posible sustituto de Bonig al frente del PP valenciano, en caso de llevar a término su plan de renovación el cuartel general del partido.