Suárez, el ex jefe de gabinete de Casado y 5 portavoces exigen un congreso para quitar al presidente

El grueso de la dirección del Grupo Popular en el Congreso ha exigido este martes la «destitución inmediata» del secretario general del PP, Teodoro García Egea, por la crisis que atraviesa el partido y la convocatoria de un congreso extraordinario de «manera urgente». Así lo han pedido con la firma de un comunicado que han hecho público minutos antes de la reunión del grupo parlamentario prevista para las 13 horas.

En concreto, la carta la suscriben Adolfo Suárez Illana, secretario cuarto de la Mesa del Congreso, y distintos portavoces adjuntos como Pablo Hispán, ex jefe de gabinete del propio Pablo Casado, Guillermo Mariscal, Carlos Rojas, José Ignacio Echániz, Sandra Moneo o Mario Garcés. También respaldan lo manifestado por Cuca Gamarra, portavoz del PP en la Cámara baja, y Ana Pastor, vicepresidenta segunda del Congreso, en el Comité de Dirección que tuvo lugar la víspera en Génova.

En la misiva se dice que «con la finalidad de restablecer la normalidad y la pujanza de un proyecto político que ha sido y debe seguir siendo la referencia en España del centro derecha, y garantizando la unidad del Grupo Parlamentario Popular, se solicita que, de manera urgente, y por los cauces previstos en los estatutos de nuestro partido, se convoque un Congreso Extraordinario en el que se elijan las personas que deben dirigir este partido, y por consiguiente, que estarán llamadas también a liderar el cambio necesario que demanda el Gobierno de nuestro país». De ello se desprende que el tiempo de Pablo Casado ya ha pasado.

Esta mañana algunos diputados del Partido Popular de distintos territorios, pero sobre todo electos por circunscripciones de Galicia, ya se habían manifestado públicamente en redes sociales exigiendo la designación urgente de una «dirección provisional» que tome las riendas del partido hasta el congreso.

Así lo hicieron Jaime de Olano, que es además vicesecretario de Participación de Casado y asistió ayer al maratoniano Comité de Dirección; Ana Vázquez, portavoz de Interior; Marta González; Javier Bas; todos ellos gallegos, o Pilar Marcos, diputada por Madrid y muy cercana a la ex portavoz parlamentaria Cayetana Álvarez de Toledo.

Estos diputados han suscrito un manifiesto en el que, bajo el título ‘En defensa de un PP a la altura de un gran país’, piden la salida de Pablo Casado y que no adopte más decisiones.

«La actual dirección nacional del PP debe convocar de forma urgente a los integrantes del Comité Ejecutivo nacional, de acuerdo con los estatutos, para designar una dirección provisional que se haga cargo de las cuestiones ordinarias del partido hasta la celebración de un congreso», señala el manifiesto.

Plante en Génova

También en el día de ayer, como publicó OKDIARIO, hubo diputados populares que no asistieron a la llamada de la secretaría general del PP, es decir, de Teodoro García Egea, número dos de Casado, para que se personaran en la segunda planta de Génova. No sabían para qué era convocados y sobre todo afirmaron a este periódico que García Egea «debería haber dimitido ya» tras la mala gestión del caso del presunto espionaje a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Forzado por su cúpula en el Comité de Dirección celebrado este lunes, Casado anunció una reunión de la Junta Directiva Nacional del PP para la próxima semana de la que debería salir la convocatoria de un congreso nacional, como reclaman los críticos.

De momento, Casado y García Egea siguen recabando apoyos orgánicos e institucionales, sobre todo de los presidentes regionales, con la vista puesta en dicha Junta Directiva (se requieren dos tercios para convocar un Congreso) y en un eventual cónclave nacional.Está por ver si éste tendrá carácter ordinario (en 45 días) o carácter extraordinario (en 30 días), como piden cada vez más voces del partido porque permitiría acelerar los plazos. El siguiente congreso estaba previsto para julio. Será esta cuestión la que analice con los presidente autonómicos del PP, a los que ha convocado este miércoles en Génova.

Así, mientras en las últimas horas crecen las voces internas que piden en público y en privado que Casado y Egea se marchen, ese a que en las últimas horas ha crecido la presión interna para que se marche, el presidente del PP se niega a dimitir y está dispuesto a dar la batalla mostrando un apoyo mayoritario entre presidentes provinciales y otros cargos del partido. No obstante, todavía no ha confirmado si piensa volver a presentarse a un congreso.