El socialista Page pagó un monumento al carnaval con ayudas pensadas para situaciones de gravedad
El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ayudó a pagar un monumento al carnaval con subvenciones excepcionales, reservadas a asuntos que revisten especiales «circunstancias de gravedad». Así lo advierte el Tribunal de Cuentas en un informe en el que critica que el barón socialista otorgó estas ayudas de forma directa y sin que concurrieran «razones de interés público, social, económico o humanitario» ni «circunstancias singulares de gravedad, imprevisión y urgencia», tal y como exige la norma que regula su concesión.
El máximo órgano fiscalizador advierte en su informe anual de la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha que la Presidencia de la Junta concedió, durante el ejercicio de 2019, subvenciones excepcionales a proyectos tan variopintos como la «adquisición de una máquina elevadora», un «monumento por la paz y la no violencia» o el ya citado «monumento al carnaval». Actuaciones todas ellas que no reúnen las condiciones de excepcionalidad que exige este tipo de procedimiento.
Pero además, a la lista de conceptos cuyo encaje en la norma que regula estas ayudas se cuestiona, se suman otros como conciertos, concentraciones de coches clásicos o los desplazamientos de un equipo de fútbol. En concreto, «gastos del concierto para el día de la feria del ganado de Cantalojas», «gastos de la cuota de inscripción del IX Festival Internacional de Coros y Orquestas de Praga», «ayuda gastos de la I concentración de coches clásicos Alfonso Espada» o «gastos de desplazamiento del club Ciudad de Cuenca», según advierte el Tribunal de Cuentas.
Para el órgano fiscalizar, ninguno de estos proyectos se ajusta a las materias contempladas por el Decreto 7/2016 de 15 de marzo, por el que se regula la concesión directa de subvenciones de carácter excepcional de la Presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha. Según esta norma, serán objeto de este procedimiento aquellos «proyectos o actuaciones de interés público o social, de carácter excepcional, para los que no existan programas específicos de ayuda en los presupuestos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha».
En concreto, el decreto recoge en su articulado las «actuaciones sociales o humanitarias que tengan un carácter singular o sean debidos a necesidades imprevistas y urgentes», «proyectos o actuaciones de cooperación regional que tengan un carácter excepcional y que promuevan el desarrollo económico y social», «proyectos de rehabilitación de inmuebles dañados, que tengan un interés público o social de carácter excepcional», así como «cualquier otro tipo de proyectos o actuaciones de carácter excepcional, en que se acrediten razones de interés público, social, económico o humanitario que justifiquen su singularidad para imposibilitar su convocatoria pública».
Sin embargo, algunos de los proyectos a los que Emiliano García-Page destinó fondos públicos mediante este procedimiento no reúnen, según el Tribunal de Cuentas, ninguno de estos requisitos. Así, la mayoría de los proyectos financiados con subvenciones excepcionales concedidas por el socialista «no impiden aplicar el procedimiento general de concesión».
Varapalo
La política de subvenciones de Emiliano García-Page ya ha sido cuestionada por el Tribunal Constitucional, que el pasado mes de febrero declaró nulo el apartado de su ley presupuestaria de 2020 que regulaba los requisitos para la concesión directa de ayudas.
En concreto, el tribunal de garantías estimó el recurso de inconstitucionalidad que presentaron los senadores del Grupo Parlamentario Popular contra la disposición que suprimía la obligatoriedad de informar a las Cortes de forma trimestral sobre las subvenciones otorgadas de forma directa. Una decisión con la que el Tribunal Constitucional tumbó la opacidad pretendida por el ejecutivo socialista de Page a la hora de financiar proyectos con dinero público.