El separatista que escupió a Borrell justifica en su tesis doctoral los salivazos de Stoichkov
Salvador afirma que los culés consideran el juego sucio como una cuestión de "carácter"
Ya plasma en 2004 sus ideas soberanistas en este "estudio antropológico del Barça"
El diputado de Esquerra Republicana (ERC) que escupió el pasado miércoles al ministro Josep Borrell en el Congreso, el ex dirigente ugetista Jordi Salvador, justifica en su tesis doctoral los salivazos que el futbolista del Barcelona FC Hristo Stoichkov dirigía a los rivales en tanto, según afirma, eran parte de su «carácter», un jugador que exhibía «su comunión con la simbología y ‘causa’ catalanista», destaca.
Salvador (Tarragona, 1964) tiene una tesis doctoral titulada Fútbol, metáfora de una guerra fría. Un estudio antropológico del Barça y leída en diciembre de 2004 en la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Licenciado en Antropología Social y Cultural y diplomado en «Maestro EGB», según su ficha del Congreso, se doctoró con dicha tesis en Antropología Social y Cultural. El diputado separatista tardó diez años en presentarla, ya que inició sus estudios de posgrado en 1994 en el departamento de Antropología, Filosofía y Trabajo Social de la Universidad Rovira i Virgili.
En un pasaje de esta investigación, el ex secretario general de UGT en Tarragona (2008-2015) elogia así el juego sucio del antiguo delantero azulgrana: «Dentro del campo, Hristo hizo toda un exhibición de comportamientos que, desde el punto de vista ‘deportivo’, serían del todo reprobables: escupir los rivales, insultar constantemente, pisar a un árbitro, encararse con la afección rival, practicar todo tipo de picaresca como simulaciones de agresiones o penaltis, calentar siempre los partidos con descalificaciones del rivales, etc. Pero la ‘furia’, el temperamento ‘indomable’ del jugador, su exhibición pública de comunión con la simbología y ‘causa’ catalanista, saber muy bien cuáles son los amores y odios de la afección y heredarlos, su dedicación total a la dramaturgia en el papel ‘de espada simbólica azulgrana’, lo convirtieron en el ídolo de la afección y, lógicamente, en el individuo más odiado por los rivales», señala Salvador.
Y acto seguido, subraya: «La carencia de ‘fair play’ fue siempre interpretada como una cuestión de ‘carácter’ por los culés. El aficionado valora muy positivamente este tipo de jugador», apostilla el diputado independentista.
La tesis doctoral de Salvador es justo todo lo contrario a esa opinión extendida de que no hay que mezclar el fútbol con la política. En su caso, uno de los objetivos que dice perseguir su tesis doctoral es el de «avanzar en el estudio de la particularidad del fenómeno Barça para intentar explicar en su globalidad la racionalidad que hay en el éxito, magnitud e importancia sociales de esta entidad que es més que un club», recalca.
Maniqueísmo
La rivalidad Barça-Madrid es la excusa que encontró Salvador para plasmar en su tesis doctoral los ideales soberanistas que ya tenía en 2004. El hoy separatista radical afirmaba que «Cataluña, Galicia y Euskadi, sobre todo, y por diferentes razones, han desarrollado identidades nacionales y movimientos nacionalistas históricamente importantes y sus correspondientes constelaciones simbólicas alternativas. Es evidente que hay un conflicto de intereses entre el Estado nacionalista español y las diferentes identidades nacionales existentes en las entrañas del mismo Estado. Y en toda lucha hay ganadores y perdedores, como en el fútbol. Sólo un equipo puede ser campeón», sostenía.
El mismo maniqueísmo que le llevó al miércoles a escupir, como hacía Stoichkov, al ministro Borrell por defender una Cataluña española y europea. Previamente, su compañero y portavoz adjunto de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, había llamado «racista», «hooligan» e «indigno» al titular de Exteriores.