Senegal se ríe de España: prohíbe un vuelo con inmigrantes desde Canarias por miedo al contagio

Senegal se ríe de España: prohíbe un vuelo con inmigrantes desde Canarias por miedo al contagio
Protesta de inmigrantes en Gran Canaria.

La pésima gestión del coronavirus en Canarias ha hecho que Senegal se niegue a aceptar un vuelo procedente de Tenerife con inmigrantes repatriados que llegaron a las islas en pateras o cayucos. El Ministerio del Interior se ha visto obligado ha suspender el vuelo después de que el país africano se negara a acogerlos por estar contagiados.

El vuelo iba a salir desde Tenerife Norte durante la noche de este miércoles y era el primero desde las islas a Senegal desde 2018, a pesar que la crisis migratoria ha hecho que Canarias tenga miles y miles de inmigrantes en situación irregular en campos o hoteles esperando una solución a su situación.

Los inmigrantes senegaleses iban a ser devueltos a su país después de pasar semanas internados en el Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) de Hoya Fría (Tenerife). La situación que allí se vive por la nefasta gestión del centro es lo que ha hecho que Senegal se niega a aceptarlos de momento, según desvelan fuentes policiales a OKDIARIO.

Y es que, a las condiciones deplorables del CIE todos los días del año hay que sumar que ahora se ha convertido en todo un foco de contagio de coronavirus, un espacio de hacinamiento insalubre y un riesgo para los policías que trabajan allí. A principios de febrero se originó un brote de covid en el centro que contagió a todos los internos y a algunos de los policías que allí trabajan.

Los senegaleses que iban a ser repatriados estaban contagiados y, según las fuentes consultadas por OKDIARIO, Senegal se ha negado a recibirlos hasta que la situación esté 100% controlada.

Los datos de la inmigración

Canarias recibió el año pasado a 23.023 inmigrantes en pateras o cayucos, de los que más de la mitad eran marroquíes, según las cifras que maneja Salvamento Marítimo. Interior no facilita nacionalidades de las personas que llegan en patera a las islas, pero ACNUR estima que, hasta noviembre, al menos 911 eran senegaleses.

Tras el cierre de fronteras, tanto en España como en África, que provocó la pandemia de coronavirus, Interior consiguió restablecer el 10 de noviembre las deportaciones a Mauritania en un vuelo operado por la compañía Evelop desde Gran Canaria, con el que fueron expulsados 22 inmigrantes: 20 senegaleses, un guineano y un mauritano.

España mantiene desde 2003 un acuerdo con Mauritania por el que este país acepta que se le entregue a cualquier inmigrante llegado a Canarias, con independencia de su nacionalidad, si ha salido de sus costas o simplemente ha transitado por su territorio.

En diciembre, se reactivaron las devoluciones a Marruecos, con un cupo máximo de 80 personas a la semana, según confirmó el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, en una entrevista en TVE, y hace unas semanas se puso en marcha de nuevo el mecanismo para empezar a deportar a Senegal, con el objetivo de operar el primer vuelo este miércoles, 24 de febrero.

Según los informes que publica periódicamente el Defensor del Pueblo, no se efectuaban vuelos de devolución de inmigrantes a Senegal desde Canarias desde diciembre de 2018.

En concreto, ese año España fletó en coordinación con Frontex al menos cuatro vuelos de deportación a Senegal de inmigrantes llegados de forma irregular a las islas, tres desde Tenerife y uno desde Gran Canaria, en los que fueron expulsadas 150 personas.

Las fechas concretas de esos vuelos a Dakar fueron: desde Gran Canaria, 13 de agosto (40 personas); desde Tenerife, 17 de agosto (50 personas), 23 de agosto (45 personas) y 20 de diciembre (15 personas).

El brote en el CIE

OKDIARIO tuvo acceso a las imágenes que demuestran la necesidad del cierre inmediato de las instalaciones del CIE de Tenerife. La subdelegación del Gobierno en Tenerife no lo considera «tema de urgencia» e impide que los agentes se manifiesten a sus puertas. Estancias inundadas con humedades en las paredes de suelo a techo, cableado eléctrico empalmado de mala manera con cinta aislante, agua rondando el alumbrado con peligro grave de electrocución.

El Centro de Internamiento de Extranjeros de Hoya Fría de Tenerife es, y las imágenes hablan por sí solas, un agujero de mala muerte todos los días del año, pero en esta situación de pandemia y en la mayor ola de inmigración ilegal vivida por la Islas Canarias, este CIE es un foco de contagio, un espacio de hacinamiento insalubre y un riesgo para los policías que trabajan allí. Sin embargo, el Ministerio del Interior, del que dependen los CIE, no sólo no resuelve el grave problema que este centro supone, sino que prohíbe a través de sus representantes en Tenerife, que los trabajadores que allí se la juegan cada día puedan protestar por su situación.

El CIE de Hoya Fría ha sido protagonista en los últimos meses por diferentes motivos. Cuando la presión de la inmigración ilegal que está sufriendo sobre todo Gran Canaria, pero también el resto de las Islas Canarias, se volvió insoportable Interior habilitó este centro para internar a los recién llegados al archipiélago de manera irregular y permanecer allí detenidos a la espera de ser devueltos a sus países de origen. Se aseguró desde las instituciones políticas y policiales de la isla que a todos se les practicaría PCR y que se dotaría a los agentes que allí trabajan de las medidas oportunas de protección contra el contagio. Eso pasó justo después del verano.

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