¿ÚLTIMOS DÍAS EN LA GENERALITAT?

Semana clave para Quim Torra: el Tribunal Supremo decide su inhabilitación por desobediencia

Amortizado políticamente por quienes le auparon para sustituir a Puigdemont, podría estar viviendo sus últimas horas en Sant Jaume

Quim Torra
Quim Torra, presidente de la Generalitat, durante su mensaje de la Diada 2020. (Foto: Efe)

El Tribunal Supremo afronta esta semana la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat. El jueves, la Sala de Lo Penal verá el recurso presentado por Torra contra la condena de año y medio de inhabilitación que le fue impuesta por desobedecer a la Junta Electoral Central (JEC). Torra se negó a retirar los símbolos independentistas que colgaban de edificios oficiales durante el periodo electoral de las elecciones del 28 de abril de 2019. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) impuso a Torra no solo el año y medio de inhabilitación. También le condenó al pago de 30.000 euros de multa y a las costas.

El presidente de la Generalitat tiene previsto asistir a la vista, aunque sólo será su abogado quien pueda intervenir. Las posibilidades de que Torra sea apartado del cargo son considerables porque, en este caso, la Fiscalía ya se ha  mostrado favorable a confirmar la sentencia. Aunque Torra recurriera al Constitucional, la sentencia del Supremo es de inmediata ejecución.

Los cinco magistrados que componen el tribunal escucharán los argumentos de las partes. Se trata de Andrés Martínez Arrieta, Juan Ramón Berdugo, Antonio del Moral, Vicente Magro y Susana Polo. Los tres primeros fueron integrantes de la Sala que dictó la sentencia por el golpe de estado del 1-O en Cataluña.

El presidente de la Generalitat fue condenado por su «recalcitrante y reiterada actitud desobediente» a no acatar la orden de la Junta Electoral de retirar a tiempo de los edificios públicos los lazos amarillos en defensa de los presos del procès en vísperas de las generales del 28-A. Durante el juicio en el TSJC el 18 de noviembre de 2019, reconoció que desobedeció a la Junta Electoral Central porque «era imposible cumplir una orden ilegal».

Torra recurrió al Supremo la sentencia del TSJC. Denunció una «palmaria persecución política» que pretendía apartarle «ilegalmente» de la Generalitat y ha intentado, sin éxito, retrasar la cita del próximo jueves al sostener que se le notificó la fecha infringiendo las normas procesales. La Fiscalía, por su parte, pide al tribunal que confirme la condena de Torra porque su decisión fue «contraria a las exigencias de neutralidad en periodo electoral que también obligan al presidente de la Comunidad Autónoma».

El ministerio público argumenta que, como órgano que controla los procesos electorales, las resoluciones de la Junta Electoral sobre los lazos amarillos no tenían como finalidad perseguirle políticamente. La Fiscalía ya pidió incluso que no se admitiera su recurso, aunque la Sala lo rechazó.

Amortizado políticamente

Quim Torra no se ha pronunciado públicamente, aunque sí ha insinuado que no aceptará su inhabilitación.  Tal y como adelantó OKDIARIO, los Mossos tienen previsto ya un plan para hacer cumplir la decisión del Supremo en caso de que Torra se niegue a abandonar las dependencias de la Generalitat.

Quim Torra fue colocado por Carles Puigdemont tras su huida a Waterloo (Bélgica) para no ser detenido por el 1-O. Pero, con los meses, Torra fue dejando de ser solo la sombra de Puigdemont en Barcelona y desligándose de él para querer ser algo políticamente por si mismo. Las diferencias entre ambos ahora son insalvables y se han materializado incluso en la creación de un nuevo partido al margen del PdeCat. Puigdemont no ha esperado ni al Supremo para inhabilitarle políticamente de facto al prohibirle por carta que convocara elecciones antes de la resolución del Supremo.

Si el Supremo inhabilita a Torra, la sentencia se ejecutará y Torra ya no podrá seguir ejerciendo el cargo. Ello le impediría disolver el Parlament y convocar elecciones. Cataluña entraría en un periodo de interinidad que ha tensado, más aún, la cuerda entre los partidos independentistas. Incluso, Torra ha chocado en los últimos días con el PSC y con Catalunya en Comú-Podem por la interinidad en la que entraría la comunidad si antes de su posible inhabilitación no se convocan elecciones o no se elige a un nuevo presidente.

Con los dos principales partidos separatistas completamente distanciados, JxCAT y ERC, todas las fuentes consultadas por OKDIARIO coinciden en que la elección de un nuevo presidente se da prácticamente por descartada. Cumplido el trámite de la ronda de consultas que deberá hacer el jefe del Parlament, Roger Torrent, y tras comprobar que ningún diputado reúne los apoyos necesarios para ser investido, empezaría a correr el reloj para la disolución automática al cabo de dos meses.

El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, de ERC, ha pedido a Torra «consensuar la respuesta» a su posible inhabilitación para evitar que esta cuestión acabe derivando en una nueva «pelea» entre los dos socios de coalición, JxCat y ERC.

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