Sánchez tiene un equipo listo en la funeraria Nuestra Señora De La Jarosa para sacar a Franco en 4 horas
La paranoia de Pedro Sánchez con Franco va a más. Tiene preparados hasta los últimos detalles de la operación de entrada y salida del Valle de los Caídos con los restos del dictador para poder llevar a cabo una exhumación relámpago.
El plan consiste en sacar el féretro y salir de la basílica en menos de cuatro horas. El equipo conoce ya los planes. Está asignado el encargo a la funeraria de Nuestra Señora De La Jarosa, que administra el Tanatorio de San Lorenzo de El Escorial, con sede en el pueblo de Guadarrama. Todo para poder llegar a tiempo de exhibir la exhumación en plena campaña electoral.
Pedro Sánchez no cesa en su manía personal de sacar los restos de Franco del Valle de los Caídos. Ya ha dado este pasado viernes un ultimátum de 15 días a la familia Franco para que elija destino -salvo La Almudena- para los restos del dictador. Y ya tiene decidido -como ha publicado OKDIARIO-, que si la familia no se pliega a los deseos del aún presidente del Gobierno, Sánchez inhumará los restos a El Pardo -Cementerio de Mingorrubio-. Pero, además, su equipo, y en especial, Patrimonio Nacional, han debatido ya los detalles de la operación relámpago de entrada y salida de la Basílica con un equipo de enterradores.
Un equipo de la funeraria ya cuenta con todos los detalles y saben que al no contar con el beneplácito de los monjes tendrán que hacer un trabajo rápido
Un equipo de la Funeraria de Nuestra Señora De La Jarosa cuenta ya con toda la documentación y se prepara para realizar la operación en menos de cuatro horas. Saben que no van a contar con el beneplácito de los monjes. Y por eso quieren un trabajo rápido y sin fisuras. Una operación que permita hacer todo con tal rapidez que cualquier reacción de la familia llegue tarde: cuando ya estén camino de El Pardo.
Los encargados tienen de hecho ya preparada hasta la estructura que deberá soportar la losa una vez sacado el féretro. La han diseñado para que aguante el peso de la gente que visite el templo posteriormente y con las medidas exactas para que sea tan simple como llegar y ponerla.
Visita sin permiso de Patrimonio
Por eso se presentaron sin permiso los responsables de Patrimonio del Estado y del Gobierno en el Valle de los Caídos hace ya meses -tal y como reveló este diario publicando las fotografías de su presencia-. Porque preparaban ya los entresijos de una operación que no cuenta aún con el permiso de la familia.
No se debe olvidar que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, envió al presidente de Patrimonio, Alfredo Pérez Armiñán, junto a dos de sus cargos del Gobierno al Valle el mismo día que debían estar pendientes de los altercados en Cataluña por la celebración del golpe de Estado del 1-O. La visita fue junto con el resto de la comitiva presidencial enviada por Sánchez, sin permiso de los monjes, a la Basílica del Valle de los Caídos. Una comitiva que se presentó con una amplia comitiva de coches oficiales y sin haberlo comunicado a los responsables eclesiásticos de la Basílica, el pasado 1-O.
Allí acudieron dos subsecretarios clave del Ejecutivo: la de Justicia, Cristina Latorre Sancho, y nada menos que al de Presidencia, Antonio Hidalgo. Y, además, acudió el máximo responsable de Patrimonio. Todo con tal de tener los esquemas para realizar la operación relámpago.
Moncloa ha preparado ya hasta el último detalle de esta inhumación. Y es que ha comprobado ya y reservado el espacio para poder llevar a cabo la inhumación, de forma que no se pueda argumentar que no hay espacio disponible para un tumba más. Moncloa pretende, de esta manera, proceder a trasladar el cuerpo del dictador allí y, si posteriormente es la familia la que quiere reagrupar a Carmen Polo y a Francisco Franco en el panteón, eso ya será problema de los nietos.
Hay que recordar que el Gobierno ha aprobado este pasado viernes -y justo después de anunciar el fin de la legislatura y la convocatoria de elecciones para el 28-A- el “acuerdo motivado” que pone fecha definitiva a la exhumación del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos. El Ejecutivo socialista se concedió mediante “acuerdo motivado” la potestad de decidir “unilateralmente” en un plazo máximo de 15 días la nueva ubicación elegida para los restos del dictador, ante el rechazo frontal de la familia a ofrecer un sepulcro alternativo a la madrileña catedral de La Almudena.