Sánchez respalda al líder del PSOE extremeño imputado por fichar a su hermano: «¡Cuenta conmigo!»
Sánchez ha señalado que en Extremadura se siente "como en casa"
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acudido este domingo al acto de clausura del PSOE de Extremadura, que ha elegido como líder a Miguel Ángel Gallardo, presidente de la Diputación de Badajoz imputado por el fichaje del hermano de Sánchez. Gallardo, que ha obtenido más del 80% de los votos del comité a pesar de no ser el designado por la línea oficial del partido, ha sido respaldado por Sánchez. El líder socialista no ha hecho mención alguna al caso de su hermano, también imputado, al que un asesor de Moncloa llamaba «hermanito».
«Gracias, Extremadura, cuando estoy aquí me siento como en casa», ha señalado Sánchez nada más subir al escenario para intervenir en el acto. «Enhorabuena, Miguel Ángel, por tu reelección, cuenta conmigo», ha señalado tras darse un abrazo con Gallardo.
Sánchez ha enfocado su discurso en la marcha de la economía, «señalada como la mejor del mundo». También giró en torno a la vivienda, una de las apuestas principales del PSOE: «Hay un déficit de 200.000 viviendas que debe cubrir el Estado», ha indicado. «Se han vendido viviendas a personas de fuera, 23.000 el año pasado, y les vamos a prohibir que especulen con ellas», ha anunciado Sánchez.
Minutos antes de la intervención del líder socialista le ha tocado el turno al secretario general de los socialistas extremeños. «Hay partidos que se caracterizan por el dedo, otros por la militancia y la democracia», ha señalado Gallardo dando las gracias por haber salido elegido de las votaciones.
Entre el público, en primera fila y sentado al lado de Sánchez, ha estado el ex presidente extremeño Guillermo Fernández Vara, con un aspecto físico mejorado tras recuperarse de un cáncer. Todo el auditorio le ha dedicado un largo aplauso que ha agradecido llevándose la mano al corazón.
«No conozco el proceso»
Gallardo, como imputado, intentó la pasada semana desligarse ante la juez del polémico proceso de contratación del hermano del presidente del Gobierno. «No conocía los detalles del proceso, creo recordar que la plaza la propuso [el área de] Cultura», declaró ante la jueza Beatriz Biedma, quien investigaba posibles delitos contra la Administración Pública, prevaricación, tráfico de influencias y malversación.
Durante su declaración como imputado, Gallardo trató de marcar distancias tanto con el proceso de contratación como con la familia Sánchez. «No apoyé a Pedro Sánchez, me decanté por Susana Díaz», afirmó ante la magistrada, según pudo saber OKDIARIO, recordando su posicionamiento político interno durante las primarias socialistas de 2017, justo cuando David Sánchez obtuvo su plaza en la Diputación.
La estrategia de defensa del presidente provincial chocó con los documentos incorporados a la causa, que revelaban que la plaza de jefe de la Oficina de Artes Escénicas se creó en apenas tres días, después de que la propia Diputación, a través de sus directores de conservatorios, la considerara innecesaria. Los responsables de los centros musicales ya habían declarado el miércoles que el puesto no era prioritario para la institución y que, en su lugar, se necesitaban nuevos profesores de piano, bibliotecarios o reparaciones en los instrumentos musicales.
«No estaba en los detalles», repitió Gallardo en varias ocasiones durante su comparecencia, tratando de alejarse de un proceso que desde el inicio el partido Podemos calificó como irregular y que fue denunciado por acusaciones como Manos Limpias o Iustitia Europa. Como máximo responsable de la Diputación, sin embargo, su responsabilidad podría haber sido clave en el caso.
Ferraz pierde el pulso
Pedro Sánchez sufrió un batacazo en Extremadura, donde los afiliados del PSOE dieron la espalda a su candidata, Esther Gutiérrez, en las primarias que celebró el partido para elegir al secretario regional de los socialistas. El presidente de la Diputación de Badajoz y entonces líder del PSOE en la región, Miguel Ángel Gallardo, había sido objetivo de Ferraz en su operación para imponer a nuevos barones elegidos por Pedro Sánchez. Estos movimientos incluían a Pilar Alegría en Aragón y a María Jesús Montero en Andalucía.
Sin embargo, en Extremadura, la intentona de Ferraz quedó en eso, un intento frustrado. Los afiliados del PSOE rechazaron a la candidata de Pedro Sánchez y dieron su apoyo mayoritario a Miguel Ángel Gallardo, quien, paradójicamente, estaba imputado en el caso relacionado con el hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez Pérez-Castejón, por presuntos delitos vinculados al puesto de trabajo que se le asignó en la Diputación de Badajoz (Extremadura).
La derrota de la candidata de Sánchez en esas primarias fue rotunda: apenas obtuvo el respaldo del 36,2% de los 9.403 afiliados que acudieron a votar. El resultado del escrutinio hizo aún más evidente el rechazo de las bases del PSOE extremeño a las pretensiones de Pedro Sánchez.
El fracaso de la operación de Ferraz para controlar las baronías del partido según los intereses personales del presidente del Gobierno resultó todavía más relevante, considerando que esa cita del sábado fue la primera de las primarias que se celebraron para renovar las direcciones regionales del PSOE.
Gallardo ya había ganado en marzo del año anterior otras primarias, en aquella ocasión con el 56% de los votos frente a Lara Garlito, la candidata más cercana al expresidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara.
El PSOE se encontraba entonces inmerso en procesos de renovación de sus direcciones territoriales, los cuales se llevaron a cabo tras el congreso federal en el que Pedro Sánchez se reafirmó como líder nacional del partido apenas mes y medio antes.
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