Sánchez regula un mecanismo para subir aún más las pensiones cada cinco años pese al déficit

Sánchez regula un mecanismo para subir aún más las pensiones cada cinco años pese al déficit
Pedro Sánchez.
Carlos Cuesta

La reforma de las pensiones no aborda el problema de déficit estructural del sistema de jubilación en España. La prometida nueva ley se convierte en una patada hacia adelante que deja al sistema sin factor de sostenibilidad de las pensiones hasta el año 2027 -fuera de la órbita de mandato máxima previsible de Pedro Sánchez-, que actualiza las pensiones cada año con el IPC y que, para colmo, regula un mecanismo para subir aún más las pensiones cada cinco años pese a la montaña de déficit que acumula la Seguridad Social.

Pedro Sánchez no está dispuesto a hacer los ajustes fiscales que pide a gritos el sistema de pensiones, ni los que pide de forma reiterada la Unión Europea. Es más, por si la actualización de las pensiones con el IPC no fuese suficiente inyección de aumento de gasto en el sistema de jubilación pública, el texto que el Gobierno lleva este lunes a su última ronda de negociación incluye un mecanismo nuevo para elevar aún más el gasto cada cinco años.

El redactado del texto no deja lugar a dudas. “Disposición adicional trigésima octava. Seguimiento de la revalorización de las pensiones y garantía de mantenimiento de poder adquisitivo de las pensiones. Con el objetivo de preservar el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones y garantizar la suficiencia económica de los pensionistas, el Gobierno y las organizaciones empresariales y sindicales más representativas realizarán, en el marco del diálogo social, una evaluación periódica, cada cinco años, de los efectos de la revalorización anual de la que dará traslado al Pacto de Toledo. En caso de que se observase alguna desviación, dicha evaluación incorporará una propuesta de actuación para preservar el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones”. Traducido: cada vez que el Gobierno de turno considere que no se está preservando “el mantenimiento del poder adquisitivo de las pensiones” o que no se garantiza “la suficiencia económica de los pensionistas”, podrá elevar aún más las prestaciones sin tener en cuento el déficit que ya acumulan las pensiones.

Este artículo se suma a la eliminación del factor de sostenibilidad hasta 2027. Y con otro artículo donde se blinda la actualización de las pensiones con el IPC

Profundo déficit

Hay que recordar que el sistema de Seguridad Social cerró 2020 con unos ingresos de 152.044 millones de euros y unos gastos de 171.883 millones de euros. Es decir, con un déficit oficial de 19.839 millones.

Pero esa cifra ni siquiera es descriptiva de la realidad del sistema de pensiones. En 2020, el Gobierno duplicó las transferencias a la Seguridad Social para cubrir el agujero financiero: pasó de los 15.687 millones en transferencias estatales de 2019 a 30.364 en 2020. Lo que implica que el agujero real de las pensiones cabalga a cifras cercanas a los 50.000 millones de euros anuales.

Pese a ello, y al compromiso de control firmado entre Sánchez y Bruselas, el Gobierno acude a la última jornada de negociación de la reforma de las pensiones con la propuesta de borrar el factor de sostenibilidad e implantar un “mecanismo de equidad itergeneracional” que sólo estaría operativo a partir de 2027, más todo el resto de partidas de incremento de gasto descritas. Resultado: el recorte en pensiones queda para el siguiente Gobierno.

 

 

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