EXHUMACIÓN DE FRANCISCO FRANCO

Sánchez intenta convencer a los Franco por las buenas tras ver el lío jurídico en el que se ha metido

Pazo de Meirás

El Gobierno de Pedro Sánchez intenta acelerar la exhumación del dictador presionando a los Franco para que cambien su actual postura. El Ejecutivo socialista trata de convencer a la familia del dictador a través de diferentes interlocutores para que consientan la salida de los restos del Valle de los Caídos.

La negativa de los herederos es la principal causa del retraso para la salida de Franco de su tumba, ubicada frente al altar mayor en la Basílica Cuelgamuros, y que inicialmente estaba prevista para julio.

Los siete nietos de Franco han manifestado su voluntad de no mover al dictador del lugar donde descansa desde 1975, registrando ante notario su oposición a la medida para dejar constancia de forma expresa de que, si los restos llegasen a ser movidos en contra de su voluntad, no estarían dispuestos a hacerse cargo de ellos.

Sánchez, sin embargo, insiste en que los restos de Franco saldrán del Valle de los Caídos en las próximas semanas.

Para ello sigue recurriendo a nuevos interlocutores que trasladen a los Franco ofertas negociadoras para desenquistar una posición que la familia está dispuesta a defender a capa y espada llegando, incluso, a los tribunales.

Un acuerdo con la familia

La complejidad jurídica que supone al socialista cumplir el compromiso adquirido con las asociaciones de víctimas de la Guerra Civil y el franquismo -el mismo día en que prosperó la moción de censura que le llevó a ocupar la presidencia del Gobierno- está obligando a Moncloa a tratar de conseguir un acuerdo con la familia lo antes posible, mientras estudia cómo evitar resquicios legales a los que puedan aferrarse judicialmente los Franco para frenar la iniciativa.

Como informó OKDIARIO, la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, contactó recientemente con la familia Franco para negociar el proceso de exhumación de los restos de Francisco Franco. Y la respuesta no pudo ser más gráfica y definitiva: «No es no».

El Gobierno busca fórmulas jurídicas, como un decreto, para evitar que la exhumación se enquiste definitivamente

Con anterioridad, a mediados del mes de julio, un alto funcionario se puso en contacto por primera vez con la familia en nombre del Ministerio de Presidencia.

Carmen Martínez Bordiú, la mayor de los siete nietos de Francisco Franco –Carmen, Mariola, Francisco, Merry, José Cristóbal, Arancha y Jaime–, recibió la llamada para sentarse a negociar con el Ejecutivo al más alto nivel. Propuesta que rechazó al entender que ello supondría incumplir la voluntad de su madre, Doña Carmen Franco, hija única del dictador, que falleció a finales del pasado año.

Sánchez pretendía cerrar el tema antes de agosto, como así manifestó el propio presidente a los periodistas, en el Congreso. Las dificultades jurídicas, sin embargo, han jugado en contra de los planes del Gobierno. Sánchez y sus asesores trabajan en la fórmula legal que le permita cumplir con su palabra y que el tema no se enquiste de manera que suponga un revés para el Ejecutivo.

La familia Franco, según fuentes consultadas por OKDIARIO, cree que la exhumación se llevará a cabo durante el mes de agosto.

La opción sería un decreto que apruebe de urgencia el anteproyecto de Ley de Memoria Histórica, en el que se recoge expresamente la exhumación del dictador. En este contexto, la familia prepara un posible recurso ante la Sala Tercera de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Supremo para solicitar medidas cautelares.

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