Sánchez pide al PSOE «cuidar» a Yolanda Díaz de cara a futuros pactos: «Ya hemos visto quién es leal»

Yolanda Díaz es la gran aliada de Pedro Sánchez. La gran esperanza del PSOE para poder seguir cuatro años más al frente de la dirección del Estado. Por eso, en pleno choque con sus socios de Podemos, el presidente ha ordenado a los suyos «cuidar» a la vicepresidenta segunda mientras recrudecen también la ofensiva contra los morados. Y es que desde su punto de vista, con lo ocurrido en los últimos días, «ya hemos visto quién es leal». En Moncloa y en Ferraz lo fían todo a Díaz. Ya nadie se esconde a la hora de reconocerlo públicamente.

La titular de Trabajo y promotora de Sumar es el gran tesoro a preservar ante un Podemos que, tal como deslizó el portavoz parlamentario Patxi López al inicio de su intervención pública este martes en la interparlamentaria, se está convirtiendo en en un rival más que en un socio. El objetivo, según trasladó Sánchez a los suyos, es aupar electoralmente a Díaz en los próximos meses. A costa de Podemos. Visualizando que es la gallega la alternativa sensata a la izquierda de los socialistas. Desgastar a los morados es la gran tarea que el presidente ha encargado a sus parlamentarios.

El choque que está tensando al máximo la relación entre el PSOE y Podemos es a cuenta de la ley el sólo sí es sí y los ataques que los morados están lanzando de forma sistemática contra empresarios como Juan Roig. Actitudes que no gustan en Moncloa, y que han llevado a una fractura muy difícil de arreglar. Si bien Sánchez había callado hasta ahora, dejando que fueran sus ministros y dirigentes del PSOE los que entrasen en el cuerpo a cuerpo con los podemitas, este martes el jefe del Ejecutivo habló sin demasiados tapujos. Asegurando que «me quedo corto» tras reconocer los «efectos indeseados».

Sánchez y Díaz pactaron hace más de dos semanas que el Gobierno tenía que reformar la ley del sólo sí es sí. Su voluntad es que la modificación fuera de forma acordada entre todos los actores de la coalición. Pero presidenta y vicepresidenta estaban dispuestos a hacerlo en solitario. Aunque ello evidenciase una gran grieta que podría acercar a la ruptura que casi nadie desea. La misma Yolanda Díaz defendía «preservar» la coalición en los pasillos del Senado. Sabe bien por qué lo dice. Si por algún motivo Irene Montero y Ione Belarra tuvieran que abandonar su cargo, ella, Alberto Garzón y Joan Subirats seguirán gobernando con el PSOE.

Los silencios de la vicepresidenta, que ha evitado apoyar explícitamente a su compañera Irene Montero, han provocado un gran enfado en las filas de Podemos. Y han encendido las alarmas, tal como adelantó este martes OKDIARIO, de que la votación de la Proposición de Ley registrada por el Partido Socialista pueda llegar a romper por primera vez el grupo parlamentario de Unidas Podemos. Con Díaz y los cercanos a la vicepresidenta apoyando la reforma de Sánchez que rechaza Igualdad.