Sánchez ofrecerá secretarías de Estado a Iglesias a cambio de pactar un programa de Gobierno
El cronómetro hacia la sesión de investidura de Pedro Sánchez se ha activado. Al candidato socialista a la Presidencia del Gobierno le faltan los votos de Podemos para ser elegido presidente por la Cámara Baja, sin embargo, aunque tiene claro que no va a permitir que la formación morada entre en el Consejo de Ministros, no quiere dar la sensación ante la opinión pública de haberse cerrado en banda a negociar con Pablo Iglesias.
Por eso, desde este jueves, y en especial a partir de la próxima semana, Sánchez dejará la puerta abierta a Podemos para que pueda ocupar secretarías de Estado en departamentos que no sean clave para la gobernabilidad de España. Eso sí, para ello, el equipo presidencial exigirá previamente un compromiso de programa de Gobierno a los podemitas: un documento donde quede reflejado el plan de acción para toda la legislatura con el objetivo de evitar una subasta populista a medida que avance el mandato.
El Ejecutivo no va a favorecer bajo ningún argumento que los hombres de Iglesias le revienten desde dentro el Gobierno y la legislatura. Sánchez tiene claro que el mandato será del PSOE y de nadie más. Por ello, lo último que baraja es regalar una fotografía del Consejo de Ministros con un hombre de Iglesias o, incluso, con el propio Iglesias.
Las encuestas dejan claro que la estrategia le funciona a Sánchez, y, por ello, hará una demostración de leve apertura hacia los morados en los próximos días. Leve y controlada, pero, al fin y al cabo, cierta apertura que permita a Iglesias justificar una bajada de listón y favorecer la investidura que dará comienzo el próximo día 22 de julio.
La oferta incorporará una parte ya publicada por OKDIARIO: la concesión de cargos de segundo nivel en departamentos que no sean considerados ‘de Estado’. Dicho de otra manera, puestos de secretario de Estado en carteras ajenas a seis áreas concretas: Economía, Hacienda, Justicia, Defensa, Interior y Exteriores.
Sin embargo, esa oferta llevará incorporada una segunda parte. La condición de que, para acceder a esos puestos, el partido de Iglesias previamente deberá pactar un programa de Gobierno concreto donde se señalen las peticiones de cada una de las formaciones y se establezcan los compromisos concretos de gobernabilidad para que no se pueda reclamar más, ni intentar desestabilizar el Ejecutivo en base a supuestos incumplimientos ajenos a los firmados en el documento.
La estrategia de negociación se hará visible desde este mismo jueves pero cobrará fuerza a partir de la próxima semana. De hecho, esta nueva y leve oferta negociadora es lo que justifica el hecho de que se haya convocado la investidura para el día 22 y no antes: dentro de casi tres semanas. Sánchez ha querido dejar un margen temporal a Podemos para que pueda abandonar su órdago de bloqueo a una investidura socialista ante sus bases y votantes.
El ofrecimiento socialista llega después de que Iglesias acabe de mover ficha con una invitación a Sánchez: el líder de Podemos ha pedido al presidente en funciones que se presente en el Congreso en julio con un Gobierno de coalición PSOE-Podemos. Y, en caso de que la Cámara Baja rechace esa opción, el partido morado se compromete a enterrar sus exigencias de ministerios y a votar con un sí a Sánchez en una investidura posterior sin más negociación.
La nueva oferta de Iglesias es evidentemente un movimiento estratégico. El podemita busca devolver la presión a Sánchez y además, de paso, poder ganar tiempo para una segunda ronda preparatoria de unas nuevas votaciones de investidura en el Congreso pasado el verano. Hay que recordar que la mecánica de presión de Sánchez no sólo incluye la petición a Podemos del voto afirmativo a la investidura con una negativa plena de los socialistas a dar cabida a los morados en el Consejo de Ministros, también incluye la negativa a intentar nuevas investiduras más allá de julio y a convocar elecciones para el 10 de noviembre en caso de que Iglesias bloquee su mandato.