Crisis del coronavirus

Sánchez niega sus vacaciones de ‘rey’: responde al Senado que siguió combatiendo el virus en agosto

Así se desprende de una respuesta parlamentaria del Ejecutivo socialcomunista a una senadora del PP

Sánchez regresa de sus vacaciones con 81.000 contagiados más y sin plan para los rebrotes

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Pedro Sánchez inició sus vacaciones en La Mareta, reforzada este verano con pantallas opacas.
Segundo Sanz

Dieciséis días estuvo de vacaciones este verano Pedro Sánchez en plena pandemia de coronavirus, mientras los rebrotes se multiplicaban. Y para más inri, el presidente del Gobierno en ningún momento se planteó no cogerse vacaciones o reducirlas a menos días que los que gozó. Un descanso a cuerpo de ‘rey’ primero en la residencia de La Mareta en Lanzarote (Canarias) y después en el Palacio de las Marismillas en Doñana (Huelva).

Así se desprende de la respuesta dada por el Ejecutivo socialcomunista al Partido Popular en el Senado en base a la siguiente pregunta parlamentaria registrada por Cristina Ayala, secretaria cuarta de la Mesa de la Cámara Alta: «¿El Gobierno de España no se planteó en ningún momento durante el mes de julio que este año el Gobierno no podía cogerse vacaciones dada la situación excepcional que vive nuestro país?»

La contestación de Moncloa a la senadora popular, fechada el pasado lunes y consultada por OKDIARIO, se limita a decir que «el Gobierno ha seguido trabajando, durante el mes de agosto, para garantizar la lucha contra la pandemia, sus efectos económicos y sociales, y en las demás áreas de actuación».

Sin embargo, se da la circunstancia de que Sánchez permaneció oficialmente hasta 16 días de vacaciones en los que sólo tuvo algunas obligaciones institucionales como una visita al Cabildo de Lazarote (7 de agosto), una conferencia internacional de apoyo a Líbano (9 de agosto) tras la explosión en el puerto de Beirut; una reunión telemática del Comité de Seguimiento del Covid-19 (10 de agosto) junto al ministro de Sanidad, Salvador Illa; el viaje a Palma de Mallorca para celebrar el tradicional despacho veraniego con el rey en el Palacio de Marivent (12 de agosto) y otras dos videoconferencias el 19 de agosto, una del citado Comité de Seguimiento de la pandemia y una cumbre extraordinaria de la UE sobre Bielorrusia.

A qué dedicó el resto de su tiempo durante esos 16 días de vacaciones, se desconoce por completo. Y es que, tal y como publicó la agencia Servimedia, Sánchez ha tenido más vacaciones en plena pandemia de coronavirus que el año pasado cuando negociaba su investidura.

En el verano de 2019, el entonces presidente del Gobierno en funciones apenas tuvo una decena de jornadas de vacaciones. Aquel agosto dedicó los primeros nueve días a mantener una ronda de reuniones con más de 140 colectivos sociales para escuchar sus demandas en torno a un programa de gobierno. Y el 22 de agosto ya estaba sobrevolando el incendio que entonces arrasaba Gran Canaria, para reunir después al Consejo de Ministros y continuar con otra tanda de encuentros con entidades sociales.

Como recogió Servimedia, la diferencia entre su descanso estival de 2019 y de 2020 es de cinco días más en esta ocasión, pues el año pasado inició las vacaciones el 10 de agosto y regresó el 21 de ese mismo mes, mientras que esta vez llegó a Lanzarote el 5 de agosto y confirmó su vuelta al despacho el 21 de agosto. Para esta fecha, había casi 81.000 contagiados más que el 4 de agosto.

Pero no sólo Sánchez se tomó semejantes vacaciones en plena pandemia. También han sido sonadas las actitudes de algunos de sus ministros, como la titular de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, o el de Universidades, Manuel Castells, que estuvieron desaparecidos mientras crecía la incertidumbre en la comunidad educativa por la falta de un plan actualizado y consensuado de actuación frente al virus en esta segunda ola.

Críticas de la oposición

La oposición ha criticado duramente que el Gobierno se fuera a la playa mientras los contagios aumentaban considerablemente. Por ejemplo, el 14 de agosto, el líder del PP, Pablo Casado, exigió al Gobierno que volviera de sus vacaciones y asumiera su responsabilidad ante el empeoramiento de la situación, adoptando medidas consensuadas con todas las comunidades autónomas y evitando un nuevo colapso del sistema sanitario.

Casado lamentó entonces que esta «segunda oleada» de la pandemia había pillado al presidente del Gobierno «de vacaciones en Lanzarote»; igual que la primera «le pilló convocando las manifestaciones del 8 de marzo», en alusión al infectódromo de las marchas feministas.

De esta manera, el jefe de la oposición reivindicó la necesidad de que el Ejecutivo empezara a «dar un mensaje de tranquilidad» a los ciudadanos y «poner todos los medios a disposición de los sanitarios».

Por su parte, el presidente de Vox, Santiago Abascal, también recriminó a Sánchez «sus vacaciones de sultán» en la primera sesión de control al Gobierno de este curso parlamentario. «Son ustedes una catástrofe con patas», le espetó al jefe del Ejecutivo, criticando su nefasta gestión frente al coronavirus.

La residencia-palacio de La Mareta en Lanzarote fue un regalo del rey Hussein II de Jordania a Don Juan Carlos I en 1989. En 2015, y por deseo expreso del Rey Felipe VI, la Residencia Real se puso a disposición del Gobierno para la promoción y la defensa de los intereses turísticos del país.

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