Sánchez dice que la ley no resuelve el “conflicto político” en Cataluña, pero rechaza un referéndum
Pedro Sánchez sigue empeñado en justificar la concesión de los indultos a los presos del procés, aunque ello suponga orillar a la Justicia. En su intervención, este miércoles, en el pleno del Congreso, el socialista ha llegado a afirmar que «la vía judicial no vale por sí sola para garantizar la convivencia en Cataluña» y que no se puede «hacer descansar en los tribunales la responsabilidad política» para resolver lo que califica de «conflicto», asumiendo así el lenguaje separatista.
Un día después de la reunión con Pere Aragonès en La Moncloa, Sánchez no se da por aludido ante las presiones separatistas.
El presidente catalán fue rotundo en el encuentro. Exhibió sus exigencias inamovibles -«amnistía y autodeterminación»- y celebró que en la reunión había constatado la «voluntad de acuerdo» de Sánchez. El independentismo exige, además, la eliminación de la causa abierta por el Tribunal de Cuentas, que reclama a 40 ex altos cargos el depósito de 5,4 millones de euros por los gastos ilegales en la red exterior de la Generalitat para internacionalizar el procés, y el cumplimiento del informe del Consejo de Europa en el que se plantea la reforma del delito de sedición y el retorno de los fugados de la Justicia.
Con esos mimbres, Sánchez opina, en cambio, que el «reencuentro» es posible. Ante el Congreso ha defendido que los separatistas condenados por el referéndum ilegal han asumido la «responsabilidad de sus actos», pese al «lo volveremos a hacer» que proclaman siempre que pueden. Incluso ha asumido que «no hay garantías definitivas» de que los indultos sirvan para resolver «la crisis». El socialista cree ver que hay «una gran cantidad de personas que, incluso oponiéndose a las ideas independentistas, valoran su situación en prisión como un obstáculo para la convivencia».
Sánchez ha considerado que «el reencuentro debe comenzar con pasos decididos» y por ello «el Gobierno de España ha dado un primer paso». Incluso se ha empeñado en excusar por qué los indultos se conceden ahora, cuando de los votos separatistas depende su propia supervivencia en el poder.
«En 2017 era fundamental recurrir a la ley para frenar la violación de derechos. En 2019, con las calles de Cataluña incendiadas, era fundamental reivindicar la autoridad del Tribunal Supremo. Ahora, en 2021, el escenario es bien distinto», ha afirmado, haciendo enmienda de aquellas afirmaciones en las que él mismo rechazaba la medida de gracia para los golpistas.
«La ley será aplicada siempre que sea necesario, pero la vía judicial no vale por sí sola para garantizar la convivencia en Cataluña», ha añadido.
Sánchez ha considerado que los condenados «han saldado sus cuentas» pero, aún más, ha recurrido a la pandemia para asegurar que el drama nos ha hecho ver «el valor de la convivencia» y «hasta qué punto nos necesitamos unos a otros».
Frente a los avisos de Aragonès, ha afirmado que «no habrá referéndum de autodeterminación», a no ser, ha añadido, que los secesionistas puedan convencer a las tres quintas partes del Congreso. Pero, ha apostillado en un nuevo reto a la hemeroteca, «el PSOE jamás aceptará este tipo de derivadas».