Sánchez calma a los que piden la cabeza de Montero: «Ahora tendrá que asumir todas nuestras políticas»

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Joan Guirado

Pedro Sánchez prevé seguir con Podemos hasta el final de la legislatura. O hasta que las dos ministras de la formación morada, Irene Montero y Ione Belarra, decidan salir del Ejecutivo. Así lo ha trasladado en las últimas horas a varios dirigentes y diputados del PSOE que le han exigido que rompa el acuerdo de coalición. El presidente no valora esa posibilidad. Y llama a la calma. Según su equipo, tiene un as en la manga: obligar a Podemos a ceder. Irene Montero y Ione Belarra «ahora tendrán que asumir todas nuestras políticas y si no están dispuestas, pueden dimitir» destacan.

Tras más de tres años de concesiones a los socios minoritarios, sobre todo en materia de Igualdad, Pedro Sánchez parece dispuesto a no seguir cediendo a las presiones de Podemos. Durante todo este tiempo, dirigentes socialistas han criticado permanentemente la sumisión del jefe del Gobierno a los órdagos de las dos ministras moradas. En la recta final de la legislatura, el líder del PSOE quiere «hacer pasar por el aro» a Montero y Belarra consciente de que «no les queda otra que aceptar todo lo que les impongamos, por mucho que salgan en los medios con sus berrinches» resumen en su entorno. Se prevé que en el Comité Federal del 18 de marzo algunas voces autorizadas del PSOE le vuelvan a pedir a Sánchez la destitución de las dos ministras moradas.

Pero una cosa es lo que, como presidente, pueda obligar a hacer a las dos representantes de Podemos en el gabinete, al ser todas las decisiones adoptadas por el Consejo de Ministros colegiadas, y otra es el margen de maniobra que tiene el grupo parlamentario podemita. Ahí, Sánchez tiene poco que hacer. Y en Moncloa asumen que, como ocurrió con la toma en consideración de la proposición de reforma de la ley del sólo sí es sí de Irene Montero, sus socios aprovecharán su autonomía parlamentaria para desmarcarse y subir el tono. Aunque hay un acuerdo entre el PSOE y Podemos para votar lo mismo en aquellas propuestas que hayan sido validadas por los ministros.

Más allá de la modificación de la ley promovida por el Ministerio de Igualdad, que por ahora se tramitará con el apoyo del PP, el Ejecutivo tiene tres o cuatro leyes importantes que pretende aprobar antes de acabar la legislatura. Y en las que los votos de Podemos son imprescindibles. Se trata de la Ley de Seguridad Ciudadana, la Ley de Vivienda, la de secretos oficiales y la de paridad. La falta de acuerdo en las tres primeras con los socios de investidura y de tiempo, en el caso de la que pretende igualar la presencia de hombres y mujeres en los puestos de alta dirección, hará que previsiblemente las cuatro normas queden en un cajón.

De todas ellas cobra especial importancia la que sería la primera Ley de Vivienda de nuestro país. El motivo principal por el cual Podemos, a día de hoy, no ha salido todavía del Gobierno. En las últimas horas, tras la escalada de tensión en el Congreso por la ley del sólo sí es sí de Irene Montero, los morados reconfirmaron su continuidad en el gabinete ministerial para poder aprobar dicha ley que se ha convertido en una de las banderas de su paso por el Ejecutivo. Pero, precisamente por esa pugna entre PSOE y Podemos, Sánchez tiene claro que no va a dar su brazo a torcer en cuestiones como la regulación del alquiler como le piden los morados. Haciendo fracasar así la tramitación de la ley.

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