Sánchez abrirá la puerta a Podemos y C’s sin grandes cesiones: está dispuesto a gobernar en minoría
El presidente sabe que Podemos no puede negarse a pactar: son las izquierdas y toda la campaña la ha realizado Pablo Iglesias mencionando ese posible pacto
Pedro Sánchez tiene muy fácil seguir en el sillón de La Moncloa. Por ello, está dispuesto a negociar sin grandes cesiones con Podemos y Ciudadanos. Porque sabe que en el fondo tiene medianamente fácil la investidura, aunque ello suponga gobernar en minoría y apoyarse en pactos puntuales para sacar adelante cada ley. Y si no salen adelante muchas leyes, o casi ninguna, tampoco será un problema: Sánchez lo asume y no tiene problema en seguir por esta vía.
El PSOE se ha hecho con 123 escaños. Y Unidas Podemos ha sumado 42 diputados (junto con sus aliados catalanes de En Comú Podem), tras una clara caída desde los 71 actuales. Pero ese eje de izquierdas -como ellos lo llaman- es más que suficiente para que Sánchez se haga fuerte en las negociaciones.
Albert Rivera lo sabe. Y por eso ha preferido descartar en un inicio una gobernabilidad con el PSOE. Porque prefiere convertirse en “la casa común del constitucionalismo”, una posición de centro que le ha hecho subir este 28-A y que espera que le permita crecer a costa del PP y también del PSOE en caso de que Sánchez se apoye en los separatistas.
Pero esto, de nuevo, no es problema para Sánchez. El presidente sabe que Podemos no puede negarse a pactar: son las izquierdas y toda la campaña la ha realizado Pablo Iglesias mencionando ese posible pacto.
Esa base le da a Sánchez 165 diputados. Y aunque necesita 11 diputados más en la primera vuelta de la investidura, sólo necesita 10 en la segunda vuelta -donde tiene que haber más síes que noes. Y ese cálculo lo tiene medianamente fácil.
El PP se ha quedado en 66 escaños, Ciudadanos ha subido hasta 57 y Vox ha entrado en el Congreso con 24. Pero a partir de ahí, Sánchez confía en no tener excesivos problemas para pactar con Compromís (1 escaño), el Partido Regionalista de Revilla (1 diputado), PNV (6 actas) y Coalición Canaria (2 sillones).
Una cifra con la que la suma de 175 se cuadra. A partir de ahí tan sólo haría falta un voto en abstención para que los síes superasen a los noes. Y eso no sería nada extraño teniendo en cuenta que ERC cuenta con 15 escaños, Junts per Catalunya con siete y Bildu con cuatro.
Sánchez está dispuesto a gobernar con mayoría simple. Porque sabe que siempre se podrá apoyar en Ciudadanos si quiere hacer una política económica más sensata. Y porque para cuestiones sociales no le faltarán los apoyos de ERC.
Con esa posición de fuerza se presentará el líder socialista a la sesión de investidura. Sin miedo a perder una primera votación. Porque será muy difícil que se le escape una segunda. Aunque suponga una gobernabilidad totalmente anquilosada y atrapada en la inacción. A fin de cuentas, este PSOE se ha acostumbrado ya a esta situación y ha demostrado que sabe vivir en ella sin problema alguno.