Puigdemont puede ser investido por plasma según las normas del Parlament

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El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, interviene por videoconferencia desde Bruselas. (Foto: EFE)
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Sería una investidura totalmente atípica, pero ya todo en los tiempos que corren lo es. Si Carles Puigdemont sale de las elecciones del 21 de diciembre como próximo president de la Generalitat podría ser investido a través de un plasma o por videoconferencia.

Al menos, en una interpretación estricta del Reglamento del Parlament. En su redacción, era complicado prever esta eventualidad: que uno de los candidatos se encontrase fugado.

Por ello, en el apartado que se refiere al debate de investidura nada se exige sobre la presencia física del aspirante. Esa laguna dejaría una puerta abierta para que pudiese ser investido.

Así, en el artículo 146 solo se especifica que el candidato debe presentar un programa de gobierno y solicitar la confianza del Pleno. También se dice que no habrá límite de tiempo para esa intervención, a la que seguirán las del resto de portavoces de los grupos parlamentarios. Aunque se trate de una imagen un tanto rocambolesca, Puigdemont podría participar  en la sesión de su investidura recurriendo quizás a una presencia ‘virtual’, de la que ya echa mano en la campaña.

Lo que sí está claro es que el expresident podrá tomar posesión de su escaño desde Bruselas (o donde se encuentre). El reglamento catalán tampoco exige su presencia para recoger el acta: bastaría con que una credencial de la Administración electoral demuestre su condición de electo, que prometa o jure por escrito la Constitución y el Estatut- previsiblemente con el añadido de “por imperativo legal”- y que, en el cumplimiento de sus obligaciones como diputado, presente sus declaraciones de bienes y actividades.

Lo que no podría hacer sería votar o participar en la actividad parlamentaria ordinaria. La normativa solo autoriza el delegar el voto en casos concretos, y definidos: por baja de maternidad o paternidad, hospitalización, enfermedad grave o incapacidad prolongada y acreditada. En ninguno de esos supuestos entraría el caso de Puigdemont. Para cambiarlo, precisaría de una mayoría a su favor en la Mesa del Parlament.

Pese a esa inédita posibilidad, no parece que en los planes del president cesado esté el quedarse en Bélgica tras el 21 de diciembre. Como informó OKDIARIO, Puigdemont se plantea ahora regresar a España, aunque ello implique una detención inmediata.

El expresidente catalán podría hacerlo, como publicó este periódico, por mar, a través de el Port de la Selva o Rosas (Gerona). Se trata de una de las opciones que manejan sus asesores para facilitar la vuelta a Cataluña a pocas horas del 21D. El ex presidente acudiría así a votar a su colegio electoral a primera hora de la mañana, pudiendo ser detenido en ese momento. Un golpe de efecto, consideran, que podría resultar decisivo en la jornada electoral.

Entre tanto, el abogado de Oriol Junqueras afirmó este viernes que el líder de ERC podrá tomar posesión de su cargo, en caso de ser elegido, de forma presencial, porque calcula que para entonces estará fuera de prisión. «De no ser así sería una crisis democrática que atentaría contra todos los principios constitucionales y de derechos humanos», manifestó en una entrevista en el programa ‘Al Rojo Vivo’, en La Sexta.

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