El PSOE de Sánchez recorta plantilla tras embolsarse 320 millones en subvenciones en cuatro años

El PSOE de Pedro Sánchez no se aplica las recetas laborales que pregona desde el Gobierno. Ávido en criticar los beneficios empresariales y en exigir una mayor contribución del tejido productivo a las arcas públicas, el Partido Socialista que lidera Sánchez se gestiona de forma bien distinta: acumula beneficios multimillonarios desde hace años, se ha embolsado 320 millones de euros en subvenciones públicas en el último cuatrienio, es 42 millones más rico que cuando Sánchez llegó a La Moncloa y, al mismo tiempo, en vez de crear empleo lo ha recortado. La masa salarial del PSOE ha caído mientras el partido ha engordado sus beneficios a golpe de subvenciones multimillonarias.

Según se desprende de las cuentas oficiales del PSOE recopiladas por OKDIARIO, esta formación ha prescindido del 7% de su masa salarial de 2020 a 2022. Un tijeretazo de calibre que le ha ahorrado 2 millones de euros anuales en gastos de personal, al contrario de lo que ha ocurrido en el conjunto de la economía española, que incrementó el empleo neto un 6,5% en esos dos años.

En 2020, con unos ingresos por subvenciones que rozaron los 54 millones de euros, el PSOE se gastó en personal 28,4 millones, entre sueldos brutos y cotizaciones a la Seguridad Social por sus asalariados. Al año siguiente, en 2021, se embolsó 54,1 millones de euros de fondos públicos concedidos al amparo de la ley de financiación de partidos, que incluyen las aportaciones directas a los partidos con representación electoral y las subvenciones por participación en procesos electorales.

Sin embargo, con más ingresos de fondos públicos que en 2020, el PSOE optó por reducir su masa salarial en dos millones de euros, para recortarla hasta los 26,09 millones de euros, casi 2,4 millones menos que en el ejercicio precedente.

Rentabilidad por empleado

En 2022, la ratio de rentabilidad del PSOE en términos de beneficios por empleado todavía fue mayor: ingresó 58,3 millones de euros por subvenciones –medio millón más que el año precedente–, pero se gastó en personal prácticamente lo mismo que en 2021, un total de 20,6 millones.

Cicatero en repartir ingresos mediante la creación de empleo y el aumento de la masa salarial, el PSOE del sanchismo ha aprovechado estos años para acumular beneficios netos. Su cuenta de resultados ha sumado un superávit neto de 47,34 millones de euros en el último quinquenio 2018-2023. El récord lo registró en 2020 y 2021, con unos beneficios netos de 15,31 y 11,84 millones de euros, respectivamente.

El sanchismo ha gestionado el PSOE con usos que encajan en el modelo que ondea cuando arremete contra las grandes empresas, al gusto también de sus socios comunistas de Unidas Podemos y del discurso que igualmente abona su vicepresidenta y actual cabeza de lista de Sumar, Yolanda Díaz.

Atesorar dinero y ladrillo

Tan es así que el PSOE de Sánchez, lejos de repartir beneficios y contener su patrimonio, lo que ha hecho ha sido atesorar riqueza. El valor de esta organización en términos de patrimonio neto –recursos (activos) menos deudas (pasivo)– ascendió al cierre de 2022 a 106,2 millones de euros, mientras que en 2018 era de 63,77 millones. Es decir, se ha enriquecido en 42,3 millones de euros en el último cuatrienio.

Además, mientras Sánchez y sus socios comunistas, independentistas y proetarras legislan a favor de los okupas, el PSOE sigue apostando por hacer caja con el ladrillo. Según las últimas cuentas declaradas por el partido, al cierre del último ejercicio tenía unas inversiones inmobiliarias de 7,46 millones de euros, además de terrenos y construcciones valoradas en 59 millones de euros.