COALICIÓN

El PSOE promueve un acercamiento a Belarra y Montero para garantizar la estabilidad del Gobierno

El PSOE se aleja de Yolanda Díaz y se acerca a Ione Belarra e Irene Montero
Montero, Belarra y Pedro Sánchez.
Joan Guirado

Yolanda Díaz va por libre. Lo ha ido casi siempre, pero más si cabe ahora. Aunque al inicio de la legislatura entabló una relación muy cordial con Pedro Sánchez, basada en la lealtad y en la confianza mutua, la negociación de la reforma laboral, entre otras cosas, ha roto con todo ello. En concreto, «ciertas deslealtades», apuntan en Moncloa. Y sus movimientos para liderar un nuevo espacio político al margen de Unidas Podemos también le ha alejado de la formación. De ahí que el PSOE haga de la necesidad virtud y aproveche el distanciamiento entre Díaz, Ione Belarra e Irene Montero para acercarse a las dirigentes podemitas y asegurarse así la estabilidad de la legislatura.

La posibilidad de que en algún momento la vicepresidenta segunda acabe abandonando el Gobierno para impulsar su nuevo proyecto político es cada vez mayor. Aunque en su entorno lo niegan y aseguran que va a cumplir con su mandato. Pero ella mismo dijo, hace unos días, que si no se respetaba el acuerdo sobre la reforma laboral que han pactado con el PSOE en distintas ocasiones se volvería a su casa. Algo que sin duda provocaría un cataclismo en el Ejecutivo y obligaría a una remodelación que ni se prevé ni se desea. Sánchez, desde enero de 2020, ya ha tenido que hacer tres y espera acabar con este gabinete la legislatura. Por ahora los dos socios se han conjurado para derogarla.

Pero, si eso ocurre, lo que se quiere garantizar el PSOE es que el movimiento no arrastrará también a las ministras de Podemos, a Belarra y Montero, que también hacen movimientos para diferenciarse de Yolanda Díaz. Se juegan el mismo electoral. Ya han estudiado salirse del Gobierno para no aguantar más trágalas de sus socios, algo que Irene Montero lleva tiempo exigiendo. Desde Ferraz promueven un acercamiento a las dos dirigentes moradas haciéndoles ver que se les tiene en cuenta y que son queridas. Algo que no ocurría hasta ahora. A fin de cuentas, a diferencia de la ministra de Trabajo, ellas sí tienen un grupo parlamentario fuerte detrás que si deja de apoyar las iniciativas legislativas del Ejecutivo pone en un aprieto a Sánchez.

Los socialistas tratarán de seducir a Belarra y Montero dándoles más protagonismo e incluso permitiéndoles capitalizar algunas propuestas del Gobierno. Es una estrategia completamente distinta a la que promovían a finales de verano Sánchez y Díaz, que compartían la necesidad de ahogar a las ministras de Podemos para beneficiar sus proyectos políticos. Entonces, presidente y vicepresidenta aún se llevaban bien, hablaban a menudo e incluso escenificaban sus acuerdos paseando por los jardines del Palacio de la Moncloa. Aquel plan nunca se ha acabado ejecutando. Y por eso ahora el PSOE lo rescata pero para ir contra Yolanda Díaz. Es solo cambiar al enemigo.

Una de las primeras aproximaciones entre el PSOE y el ala dura de Podemos se visualiza en temas de Igualdad. Con Carmen Calvo fuera de la Ejecutiva Federal y del Gobierno, que mantenía un pulso con la ministra Irene Montero tras perder las competencias de Igualdad, su sustituta en el partido Andrea Fernández ha decidido empezar con buen pie. Fernández y Montero se han dejado ver juntas entrando al Congreso, en una imagen que la propia ministra ha compartido en sus redes sociales, y que era impensable hace solo unos meses con Calvo. La dirigente podemita, en la imagen, celebra la coordinación entre los dos partidos en materia de lucha contra la violencia de género.

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