El PSOE optará por actos de pequeño formato en la campaña del 28M: teme no llenar grandes recintos
Los estrategas prefieren "dejar a gente en la calle" antes de que se vean sillas vacías
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Actos de pequeño formato con menos de 500 personas. Con esta idea trabaja ya Ferraz en el diseño de la campaña que llevará a Pedro Sánchez a todas las comunidades autónomas de España. Los responsables de actos electorales y participación han llegado a la conclusión de que es «mejor no arriesgar» ante la creciente desmovilización que hay entre las bases del PSOE. Aunque habrá alguna excepción puntual allí donde sepan con seguridad que van a llenar, los estrategas prefieren «dejar a gente en la calle» antes de que se vean sillas vacías.
Lejos quedarán, pues, aquellos grandes pabellones abarrotados y mítines que parecían una auténtica final de la NBA. «Las campañas han ido cambiando, transformándose y digitalizándose», recuerdan en el PSOE, por lo que «no tiene sentido aspirar a seguir haciendo lo mismo que antes». Ahora, «se puede pedir el voto de muchas maneras que en ocasiones son más efectivas». Aunque los socialistas no renuncian al contacto directo con los suyos ni a la foto que insufla energía a los candidatos.
Mediante imposición, el secretario general, Pedro Sánchez, compartirá como mínimo un acto con cada barón que tiene cita con las urnas. En paralelo, también tendrá una agenda propia, al margen de los presidenciables autonómicos, que le llevará a las principales ciudades del país.
Salvo sorpresa de última hora, el presidente arrancará la campaña electoral en Sevilla, arropando al alcalde y candidato a la reelección Antonio Muñoz. Ferraz tiene depositadas muchas esperanzas en retener el poder municipal en la capital hispalense, el principal ayuntamiento que tiene en sus manos a día de hoy. Aunque algunos sondeos han encendido las alarmas, todos confían en que Muñoz seguirá como alcalde cuatro años más. Por eso, Sánchez le acompañará en las primeras horas. La pérdida de Sevilla dejaría tocado -y casi hundido- el proyecto de Juan Espadas, apuesta personal del líder socialista.
Como ya ocurrió hace unos años, el PSOE planea que el presidente cierre la campaña de forma casi simultánea en las dos principales ciudades del país, Madrid y Barcelona. En el primer caso, por todo lo que representa y por la lucha fratricida que hay principalmente con Isabel Díaz Ayuso. Aunque saben que ni Reyes Maroto ni Juan Lobato tienen opciones ni en Cibeles ni en Sol, respectivamente. En el caso de Barcelona, las cosas son muy diferentes. Como en Sevilla, Ferraz tiene muchas esperanzas de que Jaume Collboni logre volver a ganar una plaza clave para el PSOE. Consciente de ello, Sánchez se volcará con su alcaldable.
El único gran acto que tendrá para marcar músculo de aquí al 28 de mayo será en Valencia, en el marco de la convención municipal del partido, que se celebrará del 14 al 16 de abril. No se espera que acudan todos los barones. Esos días el PSOE espera reunir a más de 2.000 personas en lo que será, seguramente, uno de los actos de precampaña y campaña más importante y numeroso. Todas las federaciones desplazarán hasta la capital del Turia a sus alcaldables para hacer bulto. Una movilización obligada que «va a ser muy difícil de repetir» allá donde vaya Sánchez solo.