Financiación Autonómica

El PP ofrece a las autonomías del PSOE pactar la financiación para acabar con el chantaje de Torra

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, en su primera reunión en La Moncloa. (Foto: EFE)
Carlos Cuesta

El PP ofrece a las autonomías del PSOE pactar la financiación para romper el chantaje al que tiene sometido Quim Torra al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Los socialistas no podrán acusar a Pablo Casado de falta de diálogo. Pero de diálogo para encontrar un modelo de convivencia basado en la Constitución y la igualdad de trato a los habitantes de toda España.

Por eso, el PP trasladará a las comunidades autónomas del PSOE la oferta de pactar una reforma de la financiación autonómica que se base en principios ciertos de necesidad de cada territorio y en los objetivos económicos y sociales reales de España.

Por eso Casado trasladó ya en la reunión con Pedro Sánchez de este pasado jueves la necesidad de elaborar ya un nuevo modelo de financiación que supere el de 2009. Porque aquel modelo se basó ya en la exigencia de una Generalitat en clave nacionalista procedente del Tripartito entre PSOE-PSC, ERC e ICV y el resultado ha sido un modelo de reparto de fondos entre regiones que poco tiene que ver con las necesidades de España y sí, y mucho, con los chantajes políticos de los separatistas.

Desde el PP consideran que todas las autonomías, tanto las gobernadas por el PSOE como por el Partido Popular, tienen motivos justificados para tener quejas con ese modelo de financiación y consideran que, por lo tanto, debe abrirse ya la negociación.

Pero, evidentemente, quien no quiere abrir la puerta a esa negociación entre todos es quien espera hacerla en exclusiva: la Generalitat catalana.

Porque entre las cuestiones que Pedro Sánchez ha ofrecido a Quim Torra se encuentra realizar una nueva financiación regional, otra vez, a medida de los deseos de los gobiernos golpistas catalanes.

Fue el propio socialista Ximo Puig el que cuantificó las necesidades de capital de las regiones españolas en 26.000 millones para poder contar con esquemas financieros cómodos. El cálculo, obviamente, no es compartido en el PP. Pero sí el principio de que si toda la mejora de la financiación acaba en manos de Cataluña será imposible que el resto de 16 territorios regionales españoles mejoren.

Por eso desde el PP se está de acuerdo en ofrecer un pacto con las autonomías socialistas, pero basado en el principio de buscar un esquema que dé un trato igual a todos los habitantes.

Ahora deberán ser los barones del PSOE los que digan a quién prefieren servir: si a sus votantes, o a su jefe y amo y señor de las listas electorales con las que concurrirán a las próximas elecciones autonómicas.

Pero, lo cierto es que, teniendo en cuenta los datos económicos de Cataluña y su brutal endeudamiento -de casi 80.000 millones de euros- es imposible que si se le entregan más regalos económicos puedan quedar fondos para mejorar las finanzas y servicios del resto de territorios españoles.

Sánchez, de hecho, ya ha ofrecido a Torra buscar fórmulas para que en la práctica la deuda catalana no tenga que ser devuelta o lo sea a larguísimo plazo.

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