La Policía manda agentes a África al sospechar que se prepara una infiltración terrorista en pateras
Interior envía expertos en yihadismo a Mauritania y Senegal en un intento de desactivar este riesgo
El Departamento de Seguridad Nacional y la agencia europea Frontex han advertido de esa amenaza
El Ministerio del Interior ha decidido reforzar los efectivos de información especializados en la lucha antiterrorista que prestan servicio en países de África desde donde parten las pateras hacia Canarias. Lo hace tras un aviso de la Unión Europea a través de Frontex. Una advertencia semejante a la que ya lanzó a Presidencia el Departamento de Seguridad Nacional (DNS) este mismo año, mientras el Gobierno negaba sistemáticamente cualquier vínculo entre inmigración ilegal y criminalidad.
España está batiendo todos los récords de inmigración ilegal. Tras un 2023 donde las cifras superaron a todos los años anteriores de la serie histórica, el 2024 apunta a pulverizarlas. Más de 35.000 ilegales llegaron a Canarias, Ceuta, Melilla, Baleares y la Península en apenas ocho meses, cuando en todo 2022 habían llegado 31.219.
Sin embargo, no son sólo las cifras en crudo lo que preocupan al Gobierno, sino también el perfil de quienes potencialmente puedan viajar en esas pateras. Especialmente en el caso de posibles infiltrados yihadistas de los grupos terroristas que operan en esa zona de África, y que, como han destacado el Frontex y el Departamento de Seguridad Nacional, pueden encontrar una vía fácil de acceso a Europa a través de la ruta atlántica de las pateras.
Por ello, según confirman fuentes policiales a OKDIARIO, desde Interior se ha dado orden de reforzar el equipo policial especializado en información y grupos terroristas para que se unan al amplio operativo ya en marcha en esa zona de África. El objetivo, explican, es que se puedan anticipar posibles movimientos por parte de individuos radicalizados o vinculados a grupos terroristas de carácter yihadista que busquen dar el salto a Europa a través de la vía Canaria.
Cien agentes en África
España ha desplegado cerca de un centenar de agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil en Mauritania, Senegal y Gambia, los países que visita esta semana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para fortalecer la cooperación en la lucha contra la inmigración irregular. Este despliegue se produce en respuesta al aumento de llegadas de migrantes por mar, especialmente a las islas Canarias.
En estos países hay una presencia activa de agentes sobre el terreno, con medios que incluyen patrulleras, helicópteros, aviones de vigilancia y un buque oceánico, para combatir tanto la inmigración irregular como el crimen organizado y el terrorismo.
En Mauritania, se encuentran 43 agentes, entre ellos un Equipo Conjunto de Investigación y un Equipo de la UE. La Guardia Civil cuenta con 34 efectivos y opera con patrulleras, un helicóptero y vehículos todoterreno.
En Senegal, hay 40 efectivos, incluidos tres agentes de la Policía Nacional que operan un helicóptero, y tres oficiales de enlace con las autoridades locales y Frontex. La Guardia Civil cuenta con 34 agentes y opera cuatro patrulleras y 13 vehículos todoterreno.
Por último, en Gambia, España tiene diez efectivos, que incluyen agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, que operan con una embarcación semirrígida y un vehículo todoterreno, como parte del esfuerzo coordinado para gestionar los flujos migratorios.
Tras un aviso de Frontex
La agencia de seguridad fronteriza de la Unión Europea, Frontex, advirtió en su último informe de riesgos al Gobierno de Pedro Sánchez sobre las amenazas que pueden generar los flujos de inmigración ilegal que parten de la costa africana rumbo a Canarias. El organismo señaló que estas rutas se han convertido en una «oportunidad» para que integrantes de grupos criminales o terroristas alcancen suelo europeo mezclados con inmigrantes ilegales.
La alerta de Frontex sobre esa ruta canaria de la inmigración, incluida en su Análisis de riesgos anual 2024-25, es lo suficientemente explícita: «También ofrece una oportunidad para que elementos criminales o individuos con conexiones con grupos terroristas se mezclen con los flujos migratorios hacia la UE».
De esta forma, la agencia europea advierte sobre uno de los peligros que entraña el auge de esta ruta africana hacia Canarias, una de las que más está creciendo a lo largo de Europa. Se pone el foco en una zona, la del Sahel, donde los grupos terroristas están aprovechando la retirada de la misión militar de la UE para ayudar a los países del área a controlar su territorio y la expansión de facciones islamistas.
Con la caída de esa operación militar, los grupos terroristas del Sahel crecen exponencialmente como amenaza potencial. Y es desde esos mismos países, como Senegal o Mauritania, desde donde parten la gran mayoría de las pateras de la ruta canaria, que ahora puede ser utilizada como pasarela para elementos terroristas camuflados entre los inmigrantes.
«En la ruta de África occidental, el número de incidentes y la dinámica de las salidas indican la existencia de redes de tráfico de personas bien estructuradas que pueden adaptarse rápidamente a las medidas preventivas de las autoridades, poniendo a prueba continuamente su capacidad de gestión de fronteras», alerta Frontex.
De negarlo a admitirlo
En innumerables ocasiones, el Gobierno ha rechazado cualquier vínculo entre la inmigración ilegal y el terrorismo yihadista. Sin embargo, la nueva Estrategia contra el Terrorismo, coordinada por el Ministerio del Interior y aprobada la semana pasada, alerta precisamente de esa conexión. El documento, prácticamente centrado en la amenaza yihadista, avisa así que la crisis en el Sahel «afecta indefectiblemente a la estabilidad en la zona y, de manera directa, a los intereses nacionales de España, especialmente en lo que se refiere a la amenaza terrorista y al aumento de los flujos migratorios irregulares que pueden ser aprovechados por elementos terroristas para dar cobertura a sus desplazamientos».
Una circunstancia que, recoge el informe, afecta «los esfuerzos en la lucha antiterrorista» que «deben centrarse en misiones de adiestramiento enfocadas a capacitar a las Fuerzas Armadas y cuerpos de seguridad locales para la contención del terrorismo, así como en la mejora de los sistemas de control migratorio».
Es más, el informe abunda en que «existen varios elementos que mantienen esta amenaza, entre los que se encuentran los estrechos vínculos entre yihadistas magrebíes con residentes en nuestro país, así como el elevado porcentaje de combatientes terroristas extranjeros y terroristas detenidos en España» procedentes del Sahel.
La Estrategia contra el Terrorismo avisa además que «las conexiones puntuales detectadas entre yihadistas y redes de tráfico de personas, sobre todo en el Mediterráneo central, incrementan el riesgo de entrada en territorio europeo de retornados y de otros terroristas, así como de individuos altamente radicalizados».
Por ello, «la colaboración y la cooperación europea e internacional en materia de seguridad en la zona se conforma como la herramienta fundamental para contrarrestar y frenar el aumento de esta amenaza».
«La lucha contra el terrorismo en el Magreb constituye una prioridad para España, afectando a nuestra seguridad e intereses en dicha región de manera directa, constituyendo, por tanto, uno de los grandes desafíos en esta materia. Los vínculos existentes entre el crimen organizado y el terrorismo están provocando que el fenómeno yihadista se esté desarrollando y expandiendo, proporcionando a las filiales africanas de DAESH y Al Qaeda diversos recursos logísticos, así como armamento o formación», avisa el documento.