Investidura Pedro Sánchez

Podemos halla una explicación al veto de Sánchez: quiere aplicar el 155 en Cataluña

El partido de Pablo Iglesias interpreta que el veto de Sánchez se debe a la intención del socialista de aplicar medidas más drásticas en Cataluña.

La baza ‘patriota’ de Sánchez si se repiten elecciones: no devolver a los golpistas a cárceles catalanas

Pablo Iglesias
Pablo Iglesias, vicepresidente del Gobierno y líder de Podemos.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El veto explícito de Pedro Sánchez a que Pablo Iglesias entre a formar parte de su Ejecutivo ha irritado a todo Podemos, donde interpretan que la reacción del presidente en funciones podría deberse a su intención de girar a fórmulas ‘duras’ en Cataluña. Esto es, una eventual aplicación del artículo 155 en el caso de que la situación se descontrole en otoño, cuando se conozca la sentencia del procés.

Iglesias, transmiten fuentes de Podemos, ya reiteró a Sánchez su «lealtad» a la postura que adopte en Cataluña, aunque la opción de aplicar un nuevo 155 excedería ese umbral de tolerancia.

El partido, que ya renunció a una de sus grandes banderas, el referéndum de autodeterminación, en aras a facilitar un acuerdo para la investidura, se ha manifestado muy combativo con el artículo constitucional: en 2017, después de que el Senado aprobase su activación -con la mayoría del PP- Podemos presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional, bajo el argumento de que el Ejecutivo de Rajoy habría hecho un uso «fraudulento» excediéndose al «modificar el autogobierno de Cataluña» con la disolución del Parlament y el cese del Gobierno independentista.

El recurso -al que se unió posteriormente el Parlament- fue tumbado hace poco más de 15 días por el tribunal, que validó la aplicación de la medida tras la declaración unilateral de independencia del Parlament.

Desconfianza mutua

Para el PSOE, la cuestión catalana es uno de los grandes escollos para facilitar la entrada de Podemos en el Gobierno. Sánchez no se lo ocultó a Iglesias, ya en su primera reunión en La Moncloa. Entonces, el secretario general de Podemos le prometió apoyarle en cuestiones de Estado como ésta, y también admitió que entre los socios de un ‘Gobierno de cooperación’ lo normal era negociar, y también renunciar, aseguran fuentes podemitas.

Este jueves, Sánchez expresó por primera vez esas inquietudes, con un veto expreso a Iglesias. En definitiva, no está dispuesto a aceptar la presencia del líder morado en su gabinete por las grandes discrepancias en cuestiones como Cataluña. «Pablo Iglesias habla de presos políticos y yo necesito un vicepresidente que defienda la democracia española», dijo, en una entrevista en Al Rojo Vivo, de La Sexta. El veto ha provocado un profundo malestar en Podemos, donde, a día de hoy, se asegura que no negociarán nada con Sánchez en tanto no rectifique. También este jueves, el socialista reveló a su Ejecutiva que Iglesias le pidió una vicepresidencia social, las áreas de Hacienda y Trabajo y llevar la comunicación del Ejecutivo. El pasado lunes, en una entrevista en la SER, había negado ese extremo.

Perfil ‘patriota’

La posibilidad de activar un 155 no es ni mucho menos remota en el gabinete de Sánchez, donde se plantea que unas elecciones en noviembre obligarán sin duda a adoptar un perfil ‘patriota’ como reclamo.

Sánchez asume que un gabinete con Iglesias dentro haría inviable su política en Cataluña

Por entonces, ya se conocerá la sentencia a la cúpula secesionista, algo que condicionará definitivamente el apoyo de los partidos independentistas en una nueva investidura, como avisó esta semana el portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián.

Acudir a las urnas el 10-N blandiendo la bandera de Estado en Cataluña es una baza a favor del socialista, que lleva semanas intentando desvincularse de todo respaldo de esas formaciones. Por otro lado, como publicó OKDIARIO, Sánchez jugará también la carta de determinar si los políticos presos son trasladados a las cárceles catalanas para cumplir una eventual condena o si se quedan en Madrid. En su mano está también la calificación de grado, fundamental para disfrutar de beneficios penitenciarios y de una posible excarcelación.

Sánchez asume que un gabinete con Iglesias dentro haría inviable cualquier consideración en Cataluña, en un momento tan complicado.

En La Moncloa enumeran las fuertes discrepancias con Podemos en lo relativo a Cataluña. Un Gobierno compartido, consideran los socialistas, llevaría a una situación de inestabilidad cuando se espera la presión de las autoridades independentistas. Cabe recordar, por ejemplo, que Iglesias visitó a Junqueras en la cárcel, en plena negociación de los Presupuestos. Nada asegura a Sánchez que no lo volviese a repetir.

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, insistió este mismo miércoles al Gobierno que la condición para apoyar la investidura es que permita un referéndum en Cataluña, a lo que la vicepresidenta en funciones, Carmen Calvo, respondió que el derecho de autodeterminación «no existe» y está «fuera de cualquier acuerdo».

De ahí que unas nuevas elecciones sea la opción más deseable. El PSOE, además, aspira a mejorar considerablemente sus resultados en esos comicios, que le situarían en el borde o en la misma mayoría absoluta, según sus cálculos internos y los del propio barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). 

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