Podemos despide a la mitad de su plantilla tras recibir 107 millones de dinero público
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Podemos da la espalda a sus trabajadores. Tras recibir 107.226.940,97 euros de origen público han decido despedir a más de la mitad de la plantilla. Todo ello, además, de decenas y decenas de salidas que se han acumulado desde la ruptura con Íñigo Errejón. A pesar de que Pablo Iglesias, Ione Belarra y otros altos cargos del partido se posicionaban de forma sistemática en contra de los ERE en grandes empresas y a favor de las plantillas de empleados, ahora es el partido morado el que quiere ejecutar un despido masivo.
La contabilidad oficial no deja lugar a dudas: los morados desde 2015 han acumulado más de 107 millones de euros entre subvenciones públicas para gastos de funcionamiento, aportaciones de grupos institucionales y ayudas del Ministerio del Interior para gastos de seguridad.
El récord en la serie histórica fue 2016, con 18,96 millones procedentes de las arcas españolas. Posteriormente, en 2017 y 2018 lograron mantener esa cifra del orden de 18 millones. Sin embargo, en 2019 baja a los 14,3 millones para pasar en 2020 y 2021 a 11 millones. Finalmente, en 2022, el último ejercicio contabilizado, se han tenido que conformar con ocho millones públicos.
A esto hay que sumar los ingresos de origen privado. En el último año, han pasado de 3,1 millones a 2,9. Se trata de una parte siempre menor a los fondos que reciben del Estado y de otras administraciones públicas. En este ámbito están las cuotas de afiliados, las aportaciones de militantes y cargos públicos y las donaciones y legados. Como ha desvelado OKDIARIO, Podemos ha bajado el total de gastos de 14,2 a 11,7, pero no es suficiente. Se tendrán que apretar el cinturón y dejar en la calle a cerca de un centenar de personas de los diferentes estamentos del partido.
Todo ello tras la entrada en el Gobierno de España y tras hacer cambios de importancia como blindar a la cúpula de Belarra e Irene Montero y negarse a convocar un congreso nacional para dirimir qué rumbo tomar. También estas malas cifras llegan tras un gasto muy importante como fue la nueva sede que reformaron a capricho.
Silencio
En este contexto, el silencio impera. Los cargos de Podemos, que se han caracterizado por ser muy combativos en los momentos de despidos masivos, ahora callan. Lejos quedan los tiempos en los que apoyaban las causas de «Coca Cola en Lucha» y de otras tantas y tantas empresas que hacían ajustes.
En algún caso, dirigentes morados sí se han pronunciado sobre algún asunto en pleno agosto, pero ni una palabra sobre el ERE en marcha. Irene Montero ha publicado un mensaje en sus redes para condenar un asesinato por violencia de género o Ione Belarra ha compartido un artículo para sacar pecho por la bajada de las listas de espera en el servicio de Dependencia del Gobierno de Canarias que ha gestionado el pasado mandato autonómico Podemos.