El PNV presiona al Gobierno con los Presupuestos para que no limite al nuevo Govern separatista
El PNV acaba de ligar el futuro de los Presupuestos Generales del Estado al comportamiento del Gobierno con respecto a la nueva Generalitat. Los resultados electorales del 21-D permiten alumbrar un Govern de nuevo separatista y los nacionalistas vascos no sólo quieren que se levante el artículo 155 en cuanto se conforme una previsible alianza entre JxCAT y ERC, sino que, además, pretenden que las limitaciones a su capacidad de gasto y actuación diaria sean las menores posibles.
El Gobierno de Mariano Rajoy tiene claro que levantará el artículo 155 en el momento en el que tome posesión en el nuevo Ejecutivo catalán, tal y como adelantó OKDIARIO. Pero conoce perfectamente los riesgos de que el nuevo equipo de gobierno catalán vuelva al golpismo —al menos de forma camuflada— y pretende retirar el 155 manteniendo controles informativos que eviten volver a una situación similar a la ocurrida en el referéndum ilegal separatista 1-O.
Esos controles se centrarán especialmente en el área fiscal, ante la evidencia de que toda la maquinaria decisiva para poder avanzar en su proyecto rupturista necesita de grandes bolsas de financiación. Por ello, el Ministerio de Hacienda mantendrá abiertas las vías de información necesarias por medio de los interventores de ambas administraciones para evitar que partidas de dinero destinadas por el Estado a los servicios básicos de los catalanes puedan acabar en la financiación del separatismo y del golpismo.
El PNV, sin embargo, ha trasladado ya al PP que debe permitirse una gobernabilidad en “normalidad”. Es decir, el partido que lidera Aitor Esteban en el Congreso de los Diputados —escenario de la negociación presupuestaria— cree que debe operarse sin ninguna cautela adicional a la que se puede estar manteniendo en estos momentos con cualquier otra Comunidad Autónoma.
Los peneuvistas consideran que, en caso de que la gobernabilidad quede limitada de cualquier manera o que se apliquen controles extra, las bases del propio nacionalismo vasco exigirán a su partido optar por el respaldo a los separatistas catalanes y que, por lo tanto, ante ese incremento de presión electoral, no podrán apoyar los Presupuestos Generales del Estado que, a fecha de ahora, siguen pendientes de aprobación.
Más dinero o más inversiones
Desde el Gobierno tienen claro que, una vez más, se cuela un elemento de negociación adicional en el tablero y que eso, traducido al lenguaje del PNV, significa más dinero o más inversiones. Por ahora, el equipo económico de Rajoy ha planteado unas cesiones máximas para negociar los Presupuestos de 5.000 millones. De ese montante deberá salir la financiación necesaria para convencer a PNV, Ciudadanos y los dos partidos canarios —CC y NC (integrado en el Grupo Socialista)—.
Por ahora, C’s ha traslado y pactado un proyecto de rebaja del IRPF de espectro reducido y con un coste recaudatorio inicial de 2.000 millones de euros. El resto podría ser usado para el resto de partidos.
Por ello hay sectores del Gobierno que ya han mostrado su preferencia por una prórroga de las cuentas del Estado de 2017 y evitar, de ese modo, entrar de nuevo en una subasta de promesas. Pese a ello, el deseo de Moncloa es lograr el apoyo a los Presupuestos, por motivos de actualización presupuestaria y para demostrar que la legislatura no ha entrado en vía muerta.