Fraude documental

El pirómano-enfermero ‘ataca’ de nuevo: la Policía le detiene trabajando en una piscina

Blanco consiguió trabajo como sanitario en una piscina privada en la que estaba al cuidado de niños.

Un pirómano condenado a 4 años de prisión ha trabajado de enfermero en 3 hospitales con título falso

enfermero
Santiago Blanco Lorenzo, el pirómano que se hace pasar por falso enfermero.

La Policía ha vuelto a detener a Santiago Blanco. El pirómano que lleva años haciéndose pasar por un profesional sanitario y ejerciendo como tal en Galicia y Madrid lo ha vuelto a hacer: esta vez le han pillado trabajando como enfermero en una piscina para niños de la capital.

Santiago Blanco, el pirómano lucense que se hacía pasar por un falso enfermero, sigue cosechando ‘éxitos’ en su carrera como presunto estafador. Esta semana volvía a ser detenido en Madrid cuando trabaja como sanitario -con un título falso- en una piscina de una comunidad privada. Ha ocurrido solo un mes y medio después de su última detención.

Según ha podido saber OKDIARIO de fuentes policiales, fue una llamada anónima la que puso sobre la pista a los agentes. Blanco había sido reconocido por algún vecino de una urbanización de Humanes.

Operación policial

Blanco había conseguido trabajo como enfermero en la piscina privada de la comunidad a través de una empresa, ‘Soluciones avanzadas de multiservicio SL’, a la que habría enseñado titulaciones falsas.

Los agentes de Policía local diseñaron un dispositivo policial para identificarle. Necesitaban confirmar que la persona que estaba cuidando de la salud y seguridad de la piscina era efectivamente Santiago Blanco.

La policía se presentó en el lugar, confirmó la identidad de Blanco y procedió a su detención. No ofreció resistencia. Fue trasladado a comisaría, donde se le tomó declaración.

En el pasado, Blanco fue condenado a cuatro años de prisión por provocar dieciséis incendios en Galicia. Confesó ante la Audiencia Provincial de Ourense la autoría de dos fuegos: uno en 2015 y otro en 2016. Sin embargo, sólo cumplió un año de prisión y obtuvo la libertad en septiembre de 2017 tras admitir la culpabilidad de los hechos.

Desde entonces se ha centrado en lo que parece haberse convertido en una obsesión: conseguir trabajo como sanitario utilizando documentación falsa. Llegó a trabajar en Lugo para varios centros del servicio público de salud gallego, hasta que el Colegio de Enfermería le detectó.

En su huida a Madrid, consiguió también empleos en varios hospitales y centros de cuidado de ancianos. Nadie sospechó de sus credenciales y titulaciones, pero su coartada se venía abajo cuando las gerencias de los centros sanitarios comprobaban que no sabía realizar tareas básicas que debería saber hacer cualquier enfermero. Una investigación de OKDIARIO reveló toda la actividad fraudulenta de Blanco, y las denuncias de una de las empresas afectadas propició su detención.

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