Aragonès constata «voluntad de acuerdo» en Sánchez tras exigirle «amnistía y autodeterminación»
Una semana después de la concesión de los indultos a los presos del procés, Pedro Sánchez y Pere Aragonès han mantenido su primer encuentro en La Moncloa. Una cita que ha servido al presidente catalán para constatar la «voluntad de acuerdo» en Pedro Sánchez. Ello, pese a mantener intactas sus reclamaciones: amnistía y autodeterminación.
En rueda de prensa tras la reunión, Aragonès ha asegurado que Sánchez ha coincidido en la existencia de un «conflicto político» entre Cataluña y el Estado que, ha avisado, «se deberá resolver con negociación y el aval de la ciudadanía de Cataluña a través del voto». Aunque en el encuentro se han constatado «posiciones alejadas», según el separatista, también se ha «reafirmado la existencia de este conflicto y que se debe resolver mediante diálogo, negociación y voluntad de acuerdo». Aragonès ha lanzado sus advertencias a Sánchez en una comparecencia de prensa desde el Centro Blanquerna, sede de la Delegación del Govern en Madrid: «La solución pasa por la amnistía y la autodeterminación, que no entre nadie más en la cárcel, que los exiliados regresen con toda libertad. Y que el futuro de Cataluña lo deben decidir los ciudadanos de Cataluña mediante el voto». Ambos se han emplazado a proseguir las negociaciones en la tercera semana de septiembre.
El encuentro entre Sánchez y Aragonès ha durado algo más de dos horas y media. El presidente del Gobierno recibió al catalán en las escaleras de La Moncloa, saludándole con el gesto de la mano en el pecho. Un gesto que no fue correspondido por el presidente de la Generalitat.
Aragonès ha mantenido para su encuentro con Sánchez el pin de una flor amarilla que siempre lleva en la solapa, en señal de apoyo a los condenados por organizar el procés e indultados por Pedro Sánchez, así como a los fugados en el extranjero.
Gobierno y Generalitat se han comprometido a poner en marcha en las próximas fechas lo que denominan «mesa de diálogo», y que servirá previsiblemente para sentar las bases de un referéndum.
En el acuerdo firmado con ERC en 2020 sobre esa mesa se hablaba del «reconocimiento de un conflicto político» en Cataluña y ambas partes se emplazaban a buscar un acuerdo «con un apoyo amplio de la sociedad catalana».
«Las medidas en que se materialicen los acuerdos serán sometidas en su caso a validación democrática a través de consulta a la ciudadanía de Cataluña, de acuerdo con los mecanismos previstos o que puedan preverse en el marco del sistema jurídico-político», rezaba aquel documento, sin alusión alguna a la Constitución.
La reunión se ha producido el mismo día en que el Tribunal de Cuentas ha ordenado a cerca de 40 ex altos cargos separatistas que depositen 5,42 millones de euros por los fondos utilizados de manera ilegal en la red exterior de la Generalitat, entre 2011 y 2017.