Crisis en Afganistán

Sánchez estará 70 días sin someterse al control del Congreso sobre Afganistán, el Covid y la luz

Pedro Sánchez Afganistán
Pedro Sánchez, en Torrejón de Ardoz (Madrid).
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Pedro Sánchez no se someterá al control del Congreso de los Diputados, al menos, hasta el próximo 8 de septiembre. Hasta entonces, los grupos no podrán ejercer su trabajo de oposición en la gestión de la crisis en Afganistán por parte del presidente socialista. Ni tampoco en otros asuntos que han sido polémicos este verano, como la escandalosa subida en la factura de la luz o la propagación del Covid, especialmente preocupante otra vez en las residencias. En total, Sánchez estará 70 días sin acudir a la Cámara Baja, pese a las últimas crisis.

La Diputación Permanente del Congreso de los Diputados ha rechazado este miércoles la comparecencia extraordinaria de Sánchez, solicitada por el Partido Popular. Los ‘populares’ requirieron que Pedro Sánchez compareciese para informar sobre la crisis de Afganistán y repatriación del personal diplomático y de los afganos que colaboraron con el Ejército español. Además, también pedían que informase del fallo del Tribunal Constitucional que consideró inconstitucional el estado de alarma.

Cuando Sánchez responda ante el resto de partidos habrá pasado ya un mes desde la gran ofensiva de los talibanes, que ha sumido el país en un absoluto caos. Los extremistas iniciaron su avance tras el repliegue de las tropas internacionales, en julio. Pero fue a partir del 6 de agosto cuando su ofensiva se aceleró, lo que permitió a los talibanes hacerse con el control de la mayoría de las provincias del país en apenas 10 días. Esa ofensiva culminó con la toma de Kabul, el pasado día 15.

Por entonces, Sánchez aprovechaba sus vacaciones en el palacio ‘real’ de La Mareta (Lanzarote). El socialista desoyó las críticas por la subida histórica del precio de la luz -tres veces más cara que hace un año-y ni el asedio definitivo sobre la capital afgana, dejando atrapados a los españoles en el país, fue motivo suficiente para que, a diferencia de otros líderes como Angela Merkel, Emmanuel Macron o Boris Johnson, interrumpiese su descanso. Sánchez no regresó a La Moncloa hasta el pasado viernes, ya con las operaciones para la evacuación en marcha bajo el mando de Defensa.

Propaganda

Desde entonces, el socialista ha desplegado una intensa campaña de propaganda para erigirse en «líder» en las repatriaciones. España ejerce de ‘hub’ europeo para la acogida temporal de los refugiados, es decir, lugar de tránsito para los afganos colaboradores con Europa que luego serán repartidos por el resto de Estados miembros. Sánchez, tras una conversación telefónica de apenas 25 minutos con Joe Biden, acordó también que las bases militares de Rota y Morón de la Frontera acojan temporalmente a ciudadanos afganos que hayan ayudado a EEUU. Unos 4.000 en total.

En Moncloa no ven prioritario que Sánchez acuda de forma adelantada al Congreso. Una decisión que choca con las imágenes que llegan de Afganistán y con la que, en realidad, se quiere evitar que la oposición se vea fortalecida. Será el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, quien tenga que suplir su desplante y dar la cara ante la oposición.

«Creemos que lo más oportuno es que los ministros puedan comparecer la semana que viene», concluyó este martes la portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez. De esta forma, el control a Sánchez se aplazará hasta el comienzo de las sesiones ordinarias en el Congreso de los Diputados.

«Una falta de respeto»

La portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Cuca Gamarra, ha insistido en que Sánchez debe dar explicaciones sobre la postura de España en un tema de tanta envergadura.

Precisamente, este miércoles, la canciller alemana Angela Merkel, activa desde el primer momento de la crisis, acudió al Bundestag, el Parlamento federal alemán, para ofrecer una declaración del Gobierno sobre Afganistán. El primer ministro británico, Boris Johnson, compareció la pasada semana, en una sesión extraordinaria en la Cámara de los Comunes.

Según Gamarra, la actitud de Sánchez «supone una falta de respeto a los españoles y al Parlamento». La dirigente ‘popular’ ha advertido de la pérdida de peso internacional que está sufriendo España por las acciones del Gobierno socialcomunista.

«Si ni siquiera el presidente da la cara en el Parlamento nacional, no puedes esperar que luego te consulten el resto de países para la toma de decisiones en cuestiones relevantes», ha aseverado. Desde el PP se insiste, además, en que Sánchez debe convocar cuanto antes del debate sobre el estado de la Nación.

Desde Vox también se critica que Sánchez se haya pasado el mes de agosto «veraneando sin ninguna intervención sobre los grandes problemas que azotaban el país: el expolio de la luz, el fracaso en el plan de vacunación y la gestión de la pandemia, y la crisis de Afganistán», según ha señalado Ignacio Gil Lázaro, vicepresidente cuarto de la Mesa del Congreso.

Tensión en Kabul

Pedro Sánchez rechaza así dar explicaciones mientras la situación en Afganistán se complica por momentos.

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha señalado que los militares españoles desplegados están haciendo «lo sobrehumanamente posible» para evacuar a contrarreloj al mayor número de personas.

Robles ha explicado que tiene mensajes de gente que se encuentra escondida «en sótanos» después de haber estado esperando para entrar en el aeropuerto y tener que salir de allí porque los talibanes les estaban «golpeando» y «marcando». «Es un drama y un fracaso sin paliativos, no podemos poner paños calientes», ha añadido, en una entrevista en Antena 3. 

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