Pablo Iglesias se derrite al escuchar al Papa Francisco hablar «como un comunista»

Pablo Iglesias ha confirmado lo que es una pura evidencia: que el Papa Francisco es un referente de la izquierda. Y lo ha hecho con el argumento inverso, que la derecha española no simpatiza con el sucesor de San Pedro.

Francisco es «enormemente interesante y extraordinario», afirmó ayer el ex vicepresidente del Gobierno y presunto ex líder de Podemos durante su intervención  en el ciclo ‘Conversaciones en Siglo Futuro. Pensamiento, Sociedad, Ética y Política’, un acto convocado por la Fundación Siglo Futuro en el campus de Guadalajara. Su participación consistió en un diálogo con el teólogo Juan José Tamayo aobre ‘Política y religión. Un contencioso histórico’, moderado por el profesor de Ciencias Políticas de la UNED y vicerrector de Centros Asociados, Jesús de Andrés.

Aunque Pablo Iglesias admite que lo de la religión no es una de sus aficiones favoritas y que tiene grandes diferencias con el Papa en tanto es el «jefe de una organización internacional como es la Iglesia católica», pero simpatiza con el mensaje franciscano de que «hay ideologías que defienden la autonomía absoluta de los mercados y la especulación financiera, y que esas ideologías son causantes de la desigualdad y que menoscaban el derecho de control de los estados encargados de velar por el bien común instaurando».

Para el podemita, es «impresionante» que estas palabras salgan de la boca del Pontífice y no del «secretario general de un partido comunista»: «Se atrevió a decir que el capitalismo mata y que tras esta economía está el rechazo de la ética y de Dios».

Diálogo en Cataluña

En clave más puramente española, Pablo Iglesias atribuye el rechazo de la derecha al Papa argentino por «defender el diálogo en Cataluña» y decir que «quizá hay heridas históricas de los españoles del siglo XX no cerradas».

También le parece significativo a Iglesias que Francisco lanzara algunos de estos mensajes tras una reunión con el presidente del Gobierno «la misma semana en que Vox presentaba una moción de censura». En su opinión demostró así «una enorme sutileza» para enfatizar la coincidencia de ambas circunstancias.

Francisco citó entonces, además, a un comunista italiano, Siegmund Ginzberg, que en su último libro advierte sobre una «regresión autoritaria» en algunos países europeos. Para Iglesias, no fue inocente que el Papa hiciera esta referencia en España. Por lo tanto «es normal que la derecha le odie».

El ex líder de Podemos añade, además, que si la Iglesias española no está alineada con las fuerzas que, según él, tratan de derrocar al Gobierno socialpodemita de Sánchez es porque Bergoglio es quien está al frente y ha impuesto su impronta en los obispos.

Y para rematar, alaba que Francisco haya «pedido perdón hace pocos días por la colonización y el papel de la Iglesia en la conquista de México».

Y ya lanzado, Pablo Iglesias ataca a la derecha española acusándola de antidemocrática, un argumento últimamente muy usado entre la izquierda de este país: «que la derecha critique a un Papa no es tan novedoso porque cuando a la derecha española no le ha gustado un Papa lo ha dicho siempre. Forma parte del estilo de la derecha española en la que les gusta la democracia si ganan ellos».