El diputado regional podemita se encharca en su propia cloaca
Señorías, ¡grandes periodistas bajo el foco policial! Menudo titular, ¿eh? Urreiztieta, Montero, Rico e Inda. Nada más y nada menos que los nombres que han dejado su huella en la corrupción de los últimos años: Pujol, Gurtel, Noos, Ignacio González y otros muchos nombres que han saltado de la política nacional al banquillo regional o nacional —el de la Audiencia, claro—, gracias a las investigaciones de estos señores de la tinta. ¿Qué se pretende desde una facción policial al intentar imputarlos y registrar sus viviendas? Obviamente, nada. Simplemente “pasaban por allí” en una guerra abierta que existe en el Ministerio del Interior.
Lo que es obvio es que el derecho a informar de esos periodistas se ha visto vulnerado por el mero hecho de investigarlos, de intentar desvelar sus fuentes, de trazar sus recorridos… ¿Eso es lo que ha pretendido una facción policial? No tengo ni idea. De lo que estoy seguro es que esta guerra entre comisarios ha llevado a los titulares a los que habitualmente ponen su firma bajo los mismos.
Gracias a un fiscal atento a los revanchismos personales, la cosa no ha ido a más. Pero los ciudadanos debemos estar alerta. Cualquiera en este país, con una placa y autoridad, puede investigar a otro para vengarse de su compañero en el Ministerio del Interior. Es brutal, pero es así. Algo que jamás comprenderé y espero que el juez, atento a la legalidad, no deje pasar nada de esto. Porque en esta causa debe acabar imputada mucha gente, y no los mensajeros de las noticias.
Sin embargo, los oportunistas, más conocidos como populistas, no han realizado un análisis ponderado de los hechos y se han lanzado al cuello para desear que los comunicadores que no opinan como ellos acaben en prisión. Y Señorías eso ya nos muestra quiénes son y qué buscan.
¿Por qué tú, Miguel? Economista, joven, trabajador y, la verdad, que me cae simpático. Pero Ongil, el adalid de la transparencia y que, desde la Asamblea de Madrid, fustiga a diario a los que él considera corruptos por meter mano en la caja, también cobraba de PODEMOS como autónomo, siendo, en realidad, un empleado.
Sus facturas de octubre, noviembre y diciembre de 2014, además de consecutivas, demuestran que facturaba por asesorar a PODEMOS en “medidas de transparencia”. ¡El colmo! ¿Por qué no cotizaba a la Seguridad Social como asalariado? ¿Por qué percibía su salario como servicio profesional externo? «Necesitamos otro tipo de partidos y otro tipo de políticos», le he escuchado decir, mientras emitía sus facturas, a PODEMOS.
Quizás, el día que prediquemos todos con el ejemplo, dejaremos de ver cloacas ajenas y limpiaremos nuestras propias aguas fecales.