El nuevo detenido por el crimen de Samuel: coautor, miembro de la misma banda y se niega a declarar
Varón, mayor de edad, del mismo grupo de amigos que el resto de detenidos y se ha negado a declarar ante la Policía. Ese es el perfil del séptimo detenido por el crimen del joven Samuel Luiz, ocurrido en La Coruña durante la madrugada del pasado 3 de julio. El nuevo detenido es mayor de edad y los investigadores creen que participó en los hechos por las declaraciones de testigos, el visionado de las cámaras y los mensajes cruzados en redes sociales. El joven se ha negado a declarar en la comisaría de Policía y ha sido trasladado al Juzgado de Instrucción número 8, que investiga los hechos y decidirá las medidas a adoptar. Con este arresto, ya hay cinco adultos y dos menores investigados.
El principal acusado o a quien más personas vieron pegar a Samuel es Diego Montaña Marzoa, identificado al menos por 11 testigos, entre ellos uno protegido de los tres que recoge el sumario, «portando una botella o similar con intención de agredir al fallecido que se encontraba ya en el suelo». Otro de los jóvenes interrogados, algunos de ellos menores de edad que acudieron junto a sus padres, escucharon al detenido decir «te voy a apuñalar, le voy a dar una puñalada en el corazón», en referencia a Samuel. Otros dijeron que «Diego agarró al fallecido y le dio un puñetazo». Una joven resumió los hechos en que «Diego aún siendo agarrado por Katy se fue a Samuel y empezó a agredirlo, tirándolo al suelo y dándole patadas y puñetazos, no oponiendo ningún tipo de resistencia Samuel». Otra chica que se encontraba describe a Diego como «la persona que estaba sin camiseta y acompañado de una mujer que le sostenía la cazadora y que sacó una navaja y pudo ver con claridad cómo le daba patadas al fallecido en grupo mientras estaba en el suelo e intentaba escapar de sus agresores».
Al segundo varón acusado, Alejandro Freire García, alias Llumba, lo vieron cometer actos violentos sobre Samuel hasta cinco testigos. La declaración más dura llega de una joven que explica cómo Alejandro «en el momento inicial hace una llave mataleón al fallecido y cuando consigue levantarse Diego y Alejandro lo persiguen hasta la zona del Gastof donde le siguen pegando, uniéndose un tal Marco». Otro testigo explica que «Llumba» «coge por el cuello al fallecido en la primera de las agresiones y caen al suelo, pudiendo levantarse el chico, volviendo a tirarle al suelo Diego. Alejandro «Llumba» le pega unos puñetazos». Este mismo joven manifiesta que en una conversación posterior con Alejandro éste le dice que «yo no lo he matado, sólo le di dos puñetazos».
La novia de Diego, Catherine Silva Barros, alias Kathy o Keta, detenida y luego puesta en libertad con medidas cautelares, aunque acusada por la Fiscalía de asesinato igual que el resto, tuvo un papel en la pelea que no por menos grave parece tener menor importancia. Es acusada por tres testigos, la principal viene de Lina, la acompañante de Samuel y cuya videollamada fue el detonante que usó Diego para justificar y comenzar la agresión contra Samuel. En el sumario se le acusa de «haber empujado a Lina, cayendo al suelo ésta y en todo momento alentó al agresor a que continuara pegándole». Sin embargo, otros testimonios aseguran que la joven intentó que su novio cesara los golpes: «Reconoce a Catherine Silva como la mujer que acompañaba al varón que estaba sin camiseta (Diego Montaña) y que sacó la navaja, mujer que intentó parar al agresor sin llegar a conseguirlo».
El cuarto mayor de edad detenido fue Kaio Amaral Silva Costa, a quien la Fiscalía además de imputarle el homicidio de Samuel Luiz lo acusa de apropiación indebida por llevarse el teléfono móvil del fallecido, un iPhone que habría recogido del suelo tras la primera agresión. Este imputado se presentó voluntariamente ante la Policía y contribuyó a identificar al resto de agresores en su declaración. Sin embargo, sólo un testigo le reconoce como «uno de los que agredió con una patada al fallecido». Otro testigo dice que un tercero le comentó que «Kaio le había intentado vender un iPhone 11», por lo que ha sido imputado de apropiación indebida. Delante de su propio abogado este joven reconoció haberse llevado el teléfono móvil del fallecido y reconoció haber tenido miedo y por eso se deshizo de él echándolo en un cubo de basura cuando se enteró de que era el teléfono de Samuel.
El primero de los menores detenidos y acusados de homicidio es M. F. O., de 17 años, cumplidos en agosto. Hasta tres personas reconocen su participación en los hechos y lo señalan como agresor en la segunda de las palizas que recibe Samuel, cuando cruza la carretera intentado huir de sus agresores. «Persigue al finado junto con los otros dos (Diego y Alejandro) por el paseo Marítimo (…), comenzando una nueva agresión entre ellos tres propinándole todo tipo de patadas y puñetazos». El otro menor acusado del homicidio es D. R. V., que es acusado por el primer testigo protegido y otros cinco de haber participado en la primera de las agresiones a Samuel Luiz: «Se unió a los agresores en la primera de las agresiones, propinando patadas y puñetazos al finalmente fallecido».
Con este nuevo detenido son ya siete los jóvenes investigados por el asesinato de Samuel Luiz.