No hubo crimen organizado en los incendios de octubre en Galicia, aunque el 61% fueron intencionados
El 61% de los grandes fuegos que se produjeron en la ola de incendios forestales del pasado octubre fueron con «gran probabilidad» intencionados, según el estudio del Ministerio Fiscal, cuyas conclusiones ha hecho públicas el fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes.
Suanzes ha comparecido este lunes en la comisión de estudio sobre los incendios y la política forestal que creó el Parlamento gallego a raíz de aquella oleada de fuegos.
En este foro, ha ratificado que «no se pudo determinar» que «obedezcan a una iniciativa criminal compleja de grupos de personas u organizaciones que actúen de forma coordinada o planificada o persigan objetivos supraindividuales». También «quedan descartados», según ha indicado, los tres elementos que forman parte del imaginario de los incendios forestales: madera, urbanismo y economía del fuego.
De acuerdo con los datos que ha trasladado, en cuanto a la intencionalidad, el 61% (11 de 18) lo fueron con «gran probabilidad» en el caso de los grandes incendios, los que calcinan más de 500 hectáreas de superficie, mientras que los restantes siete se debieron a reproducciones o propagaciones.
Por parte de la Policía Autonómica, que examinó 97 fuegos, la intencionalidad está «próxima al 70%», mientras que la Guardia Civil (analizó los 352) sitúa la cifra en el 79,5% y la Consellería de Medio Rural la «eleva» al 87,7%.
Suanzes ha recordado que los fuegos en que se produjo la pérdida de vidas humanas están siendo objeto de una «especial y minuciosa investigación», pero ha avanzado que también «parecen tener origen intencionado», si bien no ha podido dar más información «al estar incursos en una instrucción penal».
«Sea cual fuere el índice manejado», el dato —ya que no es posible llegar a una cifra «indubitada»— «es elevado y preocupante», un fenómeno «inaceptable capaz de devastar el territorio y causar graves daños en la vida y bienes personas», por lo que para el fiscal «no debe ser objeto de polémica» sino acentuar la necesidad de colaboración, que «en estos momentos» es «impecable».
Así las cosas, con fecha del pasado 14 de marzo, la Fiscalía emitió un decreto de archivo de las diligencias de investigación penal que había abierto tras aquellos días, en que ardieron más de 49.000 hectáreas, murieron cuatro personas y se generó una elevada alarma social en la comunidad.
Dos arrestados, tres investigados
El informe de Fiscalía recoge la existencia de dos detenidos, ambos en la provincia de Ourense. El primero en Soutelo de Ribeira, en Xinzo de Limia, por un incendio de una hectárea aproximadamente, que «actuó solo» y para el que se decretó prisión preventiva. Residente no habitual (fin de semana), su motivación, según el Ministerio Público, «era la limpieza de matorral».
El otro detenido presenta «características similares», pues «actuó solo». Es vecino del lugar y «sus motivaciones están relacionadas al parecer con temas de caza», según el estudio. Este fuego afectó a unas 80 hectáreas en Porqueira.
Mientras, hubo tres investigados: un vecino de Pontevedra, «como consecuencia del escape de la quema de restos agrícolas, vecino del lugar, quien actuó en solitario». «Se calcinaron en torno a 85 hectáreas en Fofán-Armenteira-Meis», describe el estudio.
Los otros dos estuvieron relacionados con los fuegos del día 15 en Os Ánxeles-Brión (A Coruña) y en Mos-Petelos (Pontevedra), «coincidiendo ambos casos en dos características: son vecinos de la zona que actúan en solitario y su motivación es la limpieza de matorral próxima a sus casas».
Fiscalía también describe, «ya con menos rigor incriminatorio», la existencia de sospechosos de uno o varios incendios con características similares a los anteriores, «es decir, actuación en solitario y pertenencia al lugar», aunque las motivaciones difieren.
Así, de 31 sospechosos estudiados, corresponden 12 a la limpieza de matorral (el 38,7%), a 14 se le atribuye un comportamiento asimilable a la piromanía (45,2%), cuatro a situaciones derivadas de conflicto (12,9%) y uno a temas relacionados con la caza (3,2%).
«Hombre de bajo nivel cultural»
El incendiario tipo en Galicia concuerda en este examen con el determinado por el de 2006: hombre de mediana o avanzada edad, de bajo nivel cultural, sin cualificación personal, que actúa solo, relacionado de alguna forma con actividades agrícolas o ganaderas, vecino de la localidad o de otra próxima y que puede reincidir.
Al respecto, Suanzes ha visto necesario «puntualizar» que la autoría «no se puede establecer en un alto porcentaje debido a las peculiaridades intrínsecas de estas investigaciones».
Ha añadido que los investigadores «destacan que las circunstancias climatológicas posiblemente fueron aprovechadas por distintos individuos que utilizaron el fuego como herramienta para la limpieza del monte, cambio de usos, motivos de naturaleza personal u otros menos significativos».
También se constató la aparición de nuevos focos originados por la transmisión del fuego a través de las pavesas y la reproducción de incendios anteriores «favorecida por las extraordinarias condiciones ambientales».
No a endurecer las penas
Suanzes, que en un punto de su discurso ha lamentado la difusión de bulos a través de las redes sociales aquellos días, ha cerrado su intervención abogando por partir «de lo mucho avanzado» en política forestal y por adoptar «medidas eficaces y ambiciosas» desde los ámbitos de la prevención y la extinción de incendios.
En este sentido, ha reflexionado sobre que las penas por sí solas no acaban con el problema, para acabar aseverando, ya en el turno de réplica, y ante las preguntas de los diputados —con especial énfasis por parte del PP—, que en su opinión no es necesario endurecerlas.
«Hemos dicho en varias ocasiones que no. Desde nuestro punto de vista, con penas que llegan hasta los 10 años y 20 años cuando se pone en peligro la vida, son estímulos suficientes. Ahora bien, no somos el legislador», ha remachado.
«Esto no es terrorismo»
Por último, sobre la utilización de la expresión «terrorismo incendiario» que hace la actual Xunta de Galicia, ha interpretado que cuando políticos «se refieren a eso se están refiriendo desde un punto de vista vulgar, ordinario o común».
Porque, desde el punto de vista jurídico, según ha sentenciado el fiscal superior de Galicia, Fernando Suanzes, «obviamente esto no es terrorismo».