Independentismo en Cataluña

Los Mossos identifican a un policía de paisano y el separatismo se inventa una película de espías

La identificación del funcionario de la Comisaría General de Información fue filtrada a la prensa desde una comisaría de los Mossos

cni
Mossos d'Esquadra.
Pelayo Barro

La prensa independentista se hace eco de la supuesta identificación por parte de los Mossos de un supuesto “espía español” del CNI, con lazo amarillo y estelada, en los alrededores de un juzgado de Manresa (Barcelona). Sin embargo, la historia poco tiene que ver con la realidad: se trataba de un agente de Policía de paisano. Lo que más preocupa a Interior de todo este suceso es la filtración por parte de la policía autonómica del trabajo encubierto de la Comisaría General de Información en Cataluña.

Una ‘película de espías’ y presuntos golpes de ‘falsa bandera’ en vísperas de conocer la sentencia del Tribunal Supremo contra los presos golpistas por el 1-O. La prensa catalana está difundiendo a bombo y platillo la presunta presencia de miembros del CNI encubiertos en Cataluña.

Los hechos parten de una base cierta: un agente de la Comisaría General de Información destinado en Cataluña fue identificado por una patrulla de los Mossos en Manresa. Al mostrar su identificación de agente se le dejó continuar. Ni se le retuvo ni se practicaron más actuaciones. Sin embargo, la historia llegó a la prensa mediante una filtración.

El relato que comenzó a circular apuntaba a que unos vecinos advirtieron de la presencia de una persona “sospechosa” en los alrededores de una sede judicial en Manresa. El hombre portaba un lazo amarillo. Agentes de los Mossos d’Esquadra desplegados junto al juzgado por el dispositivo ‘Toga’ le interceptaron, le pidieron la documentación y revisaron su vehículo. Allí encontraron varias banderas “esteladas”.

«Espía del CNI»

A partir de ahí, la historia que se está difundiendo apunta a que el hombre se mostró su identificación como agente del Centro Nacional de Inteligencia y advirtió que el vehículo era propiedad de la «Secretaría de Estado de Interior», circunstancia esta que luego confirmarían los agentes de los Mossos tras realizar una consulta con la base.

El relato ha provocado que en el imaginario separatista y en las redes sociales se difunda una historia de supuestos ataques de «falsa bandera», de infiltrados intentando realizar algún tipo de golpe para ensuciar la imagen del independentismo. Al igual que ocurrió tras la detención de los 9 CDR con explosivos en su poder: cuando dos de ellos admitieron que efectivamente estaban fabricando explosivos, las redes se lanzaron contra ellos acusándoles de «infiltrados» de las fuerzas de seguridad españolas intentando desprestigiar al movimiento secesionista.

La realidad de toda esta historia, según fuentes de Interior conocedoras de los ocurrido, dista mucho de lo publicado. Los Mossos solicitaron a este individuo su identificación, y este mostró su placa policial. Les informó que se trataba de un funcionario dependiente de la Comisaría General de Información realizando su trabajo, del que no han trascendido detalles.

Un simple policía

Una versión que se apuntala si se tiene en cuenta que los miembros del CNI no se identifican públicamente como tal durante sus operaciones. Además, sus vehículos no están adscritos a esa supuesta «Secretaría de Estado de Interior» sino al Ministerio de Defensa -del que dependen los servicios de inteligencia-. Es más, esa ‘Secretaría de Estado de Interior’ dejó de existir en 1996 para dar paso a la Secretaría de Estado de Seguridad actual.

Las fuentes consultadas por OKDIARIO explican que es «habitual» que los agentes de paisano desplegados en tareas de información se «mimeticen» con símbolos o apariencia física similar a la de los colectivos que caracterizan su misión. «Al igual que los agentes de paisano que vigilan una manifestación ultraderechista pueden portar una bandera preconstitucional, o una ikurriña en el País Vasco, en Cataluña se hace lo mismo. Los mossos de la Comisaría de Información también lo hacen. Todo se basa en no llamar la atención» aseguran.

Lo que más ha preocupado en Interior de todo lo ocurrido es el hecho de que desde Mossos d’Esquadra se haya «filtrado» una información operativa sin ninguna trascendencia como esta. Consideran que se trata de una «deslealtad» hacia los funcionarios de un cuerpo policial, ya que puede poner en peligro una operación en marcha.

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