Un mosso constitucionalista a OKDIARIO: «Que Sánchez no nos entregue como otra de sus concesiones»
Un mosso que aguarda que se ponga en marcha la ‘pasarela’ para pasarse a la Policía Nacional ha denunciado la persecución que sufre por la Dirección de Asuntos Internos y la caza de brujas que se ha recrudecido con Quim Torra en la Generalitat y los golpistas presos de nuevo en Cataluña. El agente constitucionalista pide además al presidente del Gobierno que no entregue sus cabezas «como una de sus concesiones».
Joan (nombre ficticio de este miembro de la escala intermedia y cuyo rango omitiremos) está destinado en Barcelona. En un documento dirigido a OKDIARIO revela un acoso de diez meses que comenzó cuando se quejó por las ‘órdenes’ recibidas el 1-O: «No hagáis nada, nada de usar las defensas y si viene la Policía os apartáis para que salgan ellos en la foto».
El agente explica que es uno los muchos mossos «perseguidos y castigados por causas injustas, incluso por montajes de la DAI» (la temida División de Asuntos Internos y a la que se conoce como ‘Genestapo’) cuya actuación «es totalmente subjetiva, ya que la declaración de uno no vale para nada, y siempre gana lo que quiere la cúpula».
«No entregue nuestras cabezas»
El mosso represaliado denuncia una persecución que no sólo no ha cesado sino que va a más desde la llegada de Quim Torra a la Generalitat y la retirada del 155. En la carta, no sólo se reconoce constitucionalista: «Juré la Constitución y me debo a ella», sino que pide la puesta en marcha de la pasarela a Policía y Guardia Civil.
Pero es al final del escrito donde el agente muestra el temor que embarga a los cerca de 7.000 mossos que de una u otra forma rechazan la deriva golpista en que se ha embarcado a este cuerpo policial. Así, Joan lanza un mensaje al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez: «Nos sabemos señalados, perseguidos, con una enorme diana en la espalda a la que disparará el gigante de la administración catalana. Esperamos que el Gobierno sea consecuente puesto que no queremos que nuestras cabezas sean una más de sus concesiones».
En su relato, este agente narra cómo el día del referéndum ilegal «No había preparadas actas, no se explicaron en ningún momento ni las directrices de la judicatura ni nuestras funciones» y que les dijeron «no había precintos, cuando en todos los cajones de cualquier ABP (comisaría) hay precintos para aburrir: ese día parece que no había». Pero lo más revelador llega a continuación: «Se nos prohibió de antemano utilizar la fuerza cuando era evidente que para ejecutar lo que decía en ese momento la legalidad, se tendría que hacer uso de ella», asegura.
El mosso cita además a uno de los mandos que imparte esas órdenes para fijar la pasividad del cuerpo en los colegios donde se celebró el referéndum ilegal. Se trata del subinspector Albert Bastida, quien «entre risas», dice a los agentes: «Os quedáis por allí y si no hacéis el acta la podéis hacer luego aquí».
El oficial es tajante cuando cuenta cómo les ordenó dejar a la Policía Nacional y la Guardia Civil solas: «Sobre todo, prohibido sacar la defensa, si viene CNP os apartáis no vayáis a salir en la foto, si viene la Guardia Civil que pasen, que ellos hagan, nosotros nos apartamos…» fue literalmente la orden de Bastida. Un mando que actualmente ejerce como subinspector de custodia en la comisaría de Les Corts (Barcelona), la misma desde la que el exjefe golpista de los Mossos d´Esquadra, Josep Lluís Trapero prepara su defensa judicial ante los diversos delitos de que se la acusa.