GOBIERNO DE ESPAÑA

Moncloa teme que ERC y Podemos «suban el precio» de su apoyo a los Presupuestos tras el pacto con el PP

El acuerdo con los 'populares' ha distanciado aún más al Gobierno de sus socios parlamentarios

Pedro Sánchez, Víctor de Aldama, Caso Koldo,
Sánchez y Montero en el Congreso. (Foto: EP)
Joan Guirado
  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

Moncloa teme a que el pacto con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) suba el precio del apoyo de ERC y Podemos a los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Fuentes del Gobierno consultadas este jueves, reconocen que hay «inquietud» en las peticiones de más que puedan hacer sus socios para la aprobación de las cuentas públicas del ejercicio 2025. Tanto ERC como Podemos han sido muy críticos con el acuerdo de Moncloa y el PP que permitirá renovar el CGPJ.

Hasta ahora los catalanes han puesto como línea roja la concesión de un concierto económico específico para el Govern, que el Ejecutivo reduce a una financiación singular. Una petición en la que en las últimas horas también se ha sumado el BNG, crítico también con el acuerdo bipartidista para el CGPJ. Podemos, que no ha puesto sobre la mesa todavía sus exigencias, pretende lograr contrapartidas en materia de regulación inmobiliaria a cambio de su apoyo a las cuentas.

Este miércoles, tras la firma entre Félix Bolaños y Esteban González Pons, Gabriel Rufián ya advirtió que el PSOE se está «olvidando» quienes son sus socios parlamentarios y dejó en el aire el apoyo de su formación a los Presupuestos Generales del Estado. «Que llame al PP primero» expresó el portavoz separatista. «Parece que para las cosas del comer siempre se ponen de acuerdo con el PP, allá ellos», lanzó a modo de advertencia. El diputado de ERC, como hicieron otros socios como Podemos, lamentaban así las nuevas alianzas de Moncloa.

También en Podemos su líder, Ione Belarra, acusó este miércoles al PSOE de haber roto con la mayoría del bloque de investidura tras pactar con el PP la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y que su aspiración para la legislatura es articular una «gran coalición». Belarra señaló que el propio presidente, Pedro Sánchez, ha afirmado que aspira a lograr más pactos con el PP y, con ello, «evidencia» que tiene «nuevo socio de Gobierno y acaba de inaugurar una nueva legislatura».

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha asegurado por su parte este jueves que, aunque «no se atreve a decir» si Pedro Sánchez convocará generales en octubre o no, su partido está «barajando la posibilidad de unas elecciones anticipadas» antes de que finalice este año. Un escenario que tiene cada vez más opciones a medida que crecen las diferencias entre Moncloa, ERC, Podemos, Junts, BNG, PNV, Bildu y Compromís.

El jefe de la oposición ha señalado que, si le preguntan si es posible un adelanto de las generales al 13 de octubre -cuando se produciría la repetición electoral en Cataluña-, él cree que es «posible». «Yo no lo descarto», ha indicado, para añadir que él lleva «diciendo lo mismo desde el primer día que habló en el Congreso».

Sánchez suma derrotas parlamentarias

El PSOE ha cosechado este jueves en el Pleno de Congreso otras siete derrotas y acumula ya un total de 28 desde la investidura de Pedro Sánchez, el pasado mes de diciembre. Un historial que «preocupante» para Moncloa ante la amenaza de ERC y Podemos de no apoyar al Ejecutivo en la votación de los PGE tras su abrazo al PP.

El Gobierno de coalición se enfrentó a su primera derrota parlamentaria el 10 de enero de 2024, cuando Podemos tumbó el decreto ley redactado por el ministerio de Yolanda Díaz que incluía una reforma del subsidio por desempleo.

Tres semanas después llegó la segunda. En esa ocasión fue Junts la que rechazó la proposición de Ley de Amnistía en la votación de conjunto a la que se sometió por tener carácter orgánico. Los de Míriam Nogueras votaron en contra impidiendo que se alcanzaran los 176 votos necesarios y el texto regresó a la Comisión de Justicia.

El 29 de febrero el pleno aprobó la reprobación del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por la muerte de dos guardias civiles en el puerto de Barbate (Cádiz) al ser arrollados por una narcolancha. La censura política, promovida por el PP y apoyada por Vox, salió adelante al abstenerse Podemos y Junts, dos socios habituales del Gobierno de coalición.

Y el 14 de marzo la oposición ganó la primera votación del llamado caso Koldo sacando adelante una moción del PP exigiendo al Gobierno la depuración de responsabilidades y reclamando más auditorías y más documentación sobre contratos en pandemia. La iniciativa salió adelante porque ERC y Junts optaron por la abstención y abandonaron el frente del NO que lideraban PSOE y Sumar.

En el primer pleno del mes de abril el Gobierno sufrió una nueva derrota y vio cómo se aprobaba, pese a su voto en contra, una iniciativa del PP exigiendo la deflactación del IRPF para compensar la subida de la inflación, un texto que salió adelante gracias a la abstención de Junts, PNV y BNG.

Y el 23 de abril, el PSOE y Sumar no pudieron impedir que el Congreso tomara en consideración una proposición de ley del PP para relajar la protección al lobo ibérico, y es que los populares sumaron a Vox, Junts y PNV, mientras que Bildu optó por la abstención.

Un mes después, en la sesión plenaria que duró del 21 al 23 de mayo, el PSOE sumó seis nuevas derrotas y retiró el debate de totalidad de la reforma de la Ley de Suelo precisamente porque no tenía apoyos suficientes para sacarla adelante. Tanto ERC, como Junts y Podemos había registrado enmiendas de totalidad, que iban a contar con el apoyo de Sumar y Bildu. Ante la falta de respaldo del PP y para evitar una nueva derrota, el Ministerio de Vivienda retiró su proyecto de ley.

El 21 de mayo, los socialistas ya vieron cómo se rechazaba su proposición de ley contra el proxenetismo, que sólo recabó apoyos en el Grupo Mixto -del BNG, Coalición Canaria, Unión del Pueblo Navarro y el exministro José Luis Ábalos-. El resto de los socios de Moncloa -ERC, Podemos, Junts, PNV y Bildu, incluido Sumar- votaron en contra, igual que el PP, mientras que Vox optó por la abstención. Esta era la primera vez en la legislatura que caía una ley impulsada por el Grupo Socialista.

Y dos días después, en las votaciones del día 23 de mayo, el PSOE sumó otras cinco derrotas, hasta hora su peor marca en un solo día: dos en sendos puntos de una proposición no de ley del PP sobre el acceso a alimentos básicos y las otras tres en una moción, también de los populares, sobre política exterior.

A la semana siguiente, el 30 de mayo, el Gobierno de coalición sufrió otras dos derrotas, hasta ahora las últimas, y en ambos casos por no contar con el apoyo de Junts y PNV. En concreto, PSOE y Sumar vieron cómo se rechazaba una iniciativa del grupo plurinacional para proporcionar más información económica a los sindicatos a la hora de negociar convenios colectivos, y también perdieron el primer punto de una moción del PP sobre políticas de juventud, instando en concreto al Gobierno a aplicar exenciones fiscales a los menores de 34 años en los primeros años de su vida laboral.

La semana pasada, el 20 de junio, salieron adelante, pese al rechazo del PSOE, los siete puntos de una proposición no de ley del PP sobre el Sáhara Occidental y las relaciones con Marruecos, superando así su récord de cinco derrotas en un día que estaba vigente desde mayo.

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